Esta no es una broma, parece, pero no lo es. Ya sabemos que las entidades ambientales y legislativas de Europa son bastante estrictas, al punto que tienen demandas demasiado altas. Pasó ya con los estándares Euro 7 (que tuvieron que reconvenirse con las marcas) y ahora Europa quiere prohibir la fibra de carbono. Dígale adiós a ese alerón y bodykit que quería ponerle a su Opel Corsa o Volkswagen Polo básicos.
Así es, la fibra de carbono se consideraría como un material nocivo y peligroso, por lo cual Europa quiere prohibirlo. Y con Europa nos referimos al Parlamento de la Unión Europea, de donde surgen todas estas iniciativas ambientales. Si bien tiene cierto fundamento esta decisión, no deja de ser descabellada.
No «carbon fibre» for you
Parte de una iniciativa para controlar el ciclo de vida de los vehículos y el reciclaje de estos luego de cumplir su vida, esta directriz pone en tela de juicio el reciclaje de fibra de carbono. En concreto, cuando este material es procesado al final de su vida puede emitir partículas tóxicas las cuales, de llegar al aire que respiramos, provocarían enfermedades.
No es al mismo nivel que, digamos, el asbesto, plomo o mercurio, pero aparentemente al desechar la fibra de carbono esta lograría emitir materiales nocivos, algo que Europa quiere evitar. De aprobarse, la iniciativa entraría en rigor en 2029, así que Porsche, Bugatti, Ferrari y divisiones como AMG o BMW M tendrán que buscar reemplazos al ligero y preciado material. Y Mansory, que ama usar ese material, también estaría en serios problemas de aprobarse.
Decisión en proceso de evaluación
Podemos ver cómo la fibra de carbono puede ser tóxica, después de todo es un tipo de plástico reforzado y tratado por varios procesos químicos. En estos últimos existe la posibilidad que se emita material particulado nocivo, pero en cantidades diminutas. Y si la fibra de carbono fue tratada de forma eficiente, al curar no debería tener efectos negativos. Así sea difícil de reciclar, probablemente el mayor punto en contra que ven estas entidades europeas, no es tan dañina como lo quieren hacer creer.
Si cree que las decisiones del gobierno Trump afectarían el mundo automotriz, esta prohibición no estaría atrás. La industria es responsable de un 20% aproximado del uso global de fibra de carbono, además de que muchas industrias se dedican a su producción y comercialización. Eso sin contar su uso en bicicletas de alto desempeño, aeronaves, embarcaciones e incluso otras industrias deportivas.
Suena absurdo y, de nuevo, puede que en el papel se considere peligrosa a la fibra de carbono, particularmente al momento de desecharla o reciclarla. Pero todo parece una exageración por parte de un Parlamento que quizá no tiene fundamentos técnicos para evaluar con justa causa los efectos a largo plazo de una pieza de fibra de carbono. No deja de ser peculiar e interesante, porque en ese caso tendríamos que volver al aluminio o considerar la fibra de vidrio o algo similar. Si es que esos dos no resultan peligrosos también, según las comisiones europeas.
