Ah, la vieja enemiga de la diversión: las normativas de emisiones. Sí, es imperativo cuidar el planeta (a menos que te llames Taylor Swift), pero en muchas ocasiones nos priva de modelos tan interesantes y divertidos. La posible víctima de hoy es el Lotus Emira, cuyo V6 no cumplirá emisiones Euro 7 y por tal razón la casa motriz con base en Hethel optó por el camino lógico: considerar un motor V8. Sí, es muy en serio.
¿Acaso hay un estadounidense a la cabeza de Lotus? No, es Fenq Qingfeng, empresario chino quien confesó que hay planes de cambiar el motor V6 Supercargado (con orígen Toyota) por un V8 para motivar al Lotus Emira. Nada confirmado, simplemente la marca explora opciones para combatir la entrada en rigor de las emisiones Euro7 en uno o dos años, luego de usar ese V6 de 3,5 litros 2GR-FE por buena parte de década y media.
Dilema de motores y emisiones
De todos los motores que nos imaginamos, ¿un V8? Es cierto, no es que no se pueda adaptar para reducir sus emisiones, pero también es una ruta que se puede seguir con el V6 actual del Emira.
Qingfeng sugiere que “ya trabajan con un colaborador de Lotus para estudiar la viabilidad de un V8”. Podría ser Toyota, aunque su V8 de 5 litros es algo anticuado si se trata de emisiones. El más indicado sería un V8 biturbo de Mercedes-AMG, quienes tienen una alianza con Lotus para mover al Emira de 4 cilindros, con el mismo motor del A 45 S.
Ese último motor, si bien adecuado y con acceso a hibridación ligera como el V8 de AMG, no es tan popular para quienes compran un Emira. Primero, porque no tiene transmisión manual y segundo, porque en los ojos de algunos “más grande siempre es mejor”. Mentalidad típica en una región como Estados Unidos, de ahí que un V8 sea la primera consideración a tener para un Lotus Emira. Si regresamos el tiempo, el último Lotus con un V8 fue el Esprit, hace veinte años; si no contamos el Lotus 66 de producción limitada.
¿El Lotus más potente en años?
No es una decisión tomada ni nada por el estilo, porque de acuerdo al jefe de Lotus “siguen explorando alternativas”. Una de ellas es conservar ese V6, pero adaptarlo a las nuevas normativas. Lo importante aquí es que Lotus, siempre en una situación económica delicada, debe seguir la opción más rentable.
Un V8 suena como algo fantástico, pero sacrificaría la transmisión manual de 6 marchas. Dado que el Emira es el último Lotus “puro”, muchos no aceptarían tal cosa. Además, con dicho V8 produciendo unos 500 a 600 hp, bueno el Emira se transformaría en un misil cargado de sobreviraje. Opuesto al Emira más aplomado y divertido que actualmente tiene Lotus, fiel a lo que pensaba Colin Chapman.
Curiosamente es Norteamérica donde el Emira V6 es altamente apetecido, particularmente por ser manual. He ahí el dilema que Lotus debe resolver y no ayuda que tuvieron que reducir sus importaciones a EE.UU. a causa de los aranceles. Tal vez puedan adaptar el motor y transmisión manual del GR Supra como otra alternativa, pero por ahora el futuro del Emira V6 está en serias dudas.
