Mientras todos tenían su mirada fija en Fórmula 1 y en NASCAR porque un neozelandés les enseñó a pilotar en un circuito callejero, Indycar también tenía carrera. Lo increíble no fue la competencia como tal, sino algo que ocurrió en la sesión de práctica. En este video el piloto francés de Indycar Simon Pagenaud sufre un accidente en el que da al menos 6 vueltas en el aire antes de terminar sobre una barrera en el circuito de Mid-Ohio, Estados Unidos.
Sí, Indycar, ese deporte que es como Fórmula 1 pero sin límites de pista, mejores rebases y por lo general más emoción. Es una categoría que no es ajena al Gran Circo, porque allí vienen a parar ex-pilotos de F1 como Romain Grosjean o Takuma Sato, al igual que prospectos como Callum Ilott. Dos curiosidades, y es que Simon Pagenaud no fue el único en tener un incidente así en esta misma pista, porque el piloto de USF2000 (categoría soporte de Indycar) Lochie Hughes tuvo un accidente similar en otra sección de la pista, aunque este no quedó captado en video.
Solo fue el susto
El accidente ocurrió luego de la recta más larga de Mid-Ohio, entrando a la curva número 4 que comunica con el sector de las eses. Pagenaud se habría quedado sin frenos y perdió el control entrando a la curva, haciendo que su monoplaza saltara en el aire y entrara en una serie de giros de forma bastante violenta, hasta que terminó sobre la barrera de llantas.
Afortunadamente Pagenaud resultó ileso, pero no se le permitió competir en la carrera a modo de precaución, siendo reemplazado por Conor Daly. Indycar tiene un sistema parecido al halo de F1 denominado aeroscreen, que de nuevo cumplió su labor evitando que la cabeza del piloto impactara contra el suelo durante los violentos giros que sostuvo el monoplaza.
Incidentes similares en el pasado han ocurrido, como Michael Andretti en el mismo sector de Mid-Ohio en 1998, también escapando ileso. Otras pistas como Watkins Glen solían tener una recta larga similar, hasta un incidente en el que el piloto de NASCAR, J.D. McDuffie, se quedó sin frenos y perdió la vida en un choque similar al de Pagenaud. Gracias al aeroscreen y a la integridad del monocasco de los autos de carreras actuales, no pasó a mayores, pero tal vez la recta pueda aplicar una chicana como en Watkins Glen.
La seguridad de más nunca sobra
De forma desconcertante es el segundo incidente grave que ocurre en Indycar este año. En las 500 de Indianápolis un incidente hizo que la rueda de un monoplaza saliera volando sobre la barrera protectora, golpeando el auto de una espectadora. Si nunca ha visto la velocidad con la que es despedida una de estas llantas, no conoce uno de los horrores más grandes en una pista de carreras. No hubo heridos, pero Indycar actuó instaurando cables de seguridad en las llantas y reemplazando el auto de aquella espectadora.
Pagenaud criticó las instalaciones de Mid-Ohio, asegurando que esa vía de escape con grava es inaceptable, manteniéndose igual durante las últimas dos a tres décadas. Dado que el auto del piloto saltó antes de tocar la grava, esta última provocó las vueltas de campana haciendo del accidente algo más grave de lo que debió ser.
Indycar es una categoría que en los últimos años ha trabajado fuerte para evitar este tipo de accidentes, algunos mucho más graves en comparación al de Simon Pagenaud. Varios de ellos probaron ser fatales, como fue el caso de Justin Wilson, mientras que otros truncaron la carrera de un piloto, como Robert Wickens. Aunque en este caso, el problema gira en torno a los estándares de seguridad de las instalaciones más allá de los mismos protocolos impuestos por Indycar.
