Si usted es de los que dice que un Ferrari híbrido no es un verdadero Ferrari, debería fijarse bien en este 296 GT3. Para su deleite, este es el más reciente Ferrari de carreras para la categoría GT, es decir, un Cavallino en su más pura expresión y aquí se lo haremos en vivo y en exclusiva. Creanos cuando le decimos que de frente, este no es un 296 GTB sin comodidades, sino que es mucho más que eso: es un rediseño para dominar las pistas.
Todo, desde las tomas de aire sobre las ruedas y la aerodinámica mejorada hasta ese enorme alerón trasero, le dan un toque de espectacularidad que solo se nota estando frente a el. Y lo mejor es que fuimos el único medio colombiano que lo ha podido ver de frente, así que lo decimos por experiencia propia.
Pura potencia sin filtros
De entrada, el Ferrari 296 GT3 conserva el mismo motor V6 a 120° de su versión de calle, pero con algunos cambios. Para empezar, abandona el motor eléctrico, las baterías adicionales, los soportes externos y algunos conductos de aire, así que es más ligero. Esta falta de componentes permitió que pudieran reubicar el motor más adelante y más abajo, así se distribuye mejor el peso y se baja el centro de gravedad. Al integrarlo mejor en el chasis, esta modificación también mejora la rigidez torsional en un 10% respecto al 488 GT3.
La potencia de este motor se ubica en los 600 HP y 710 Nm de torque por normativa, ya que es capaz de entregar mucho más. Solo por comparar, el 296 GTB de calle entrega nada menos que 663 HP y 740 Nm de torque. La ventaja de reducir un poco la potencia es que el motor dura más tiempo. Algo ideal para sobrevivir a las carreras de resistencia.
Para ayudar con ese objetivo, los ingenieros ubicaron el alternador junto a la transmisión. Esta llega cortesía de Xtrac y es más simple, con 6 marchas y un solo embrague. Además, está ubicada de manera transversal para facilitar su mantenimiento. Finalmente, el embrague es eléctrico y se puede controlar desde el volante o con el pedal.
Un cuerpo mejor esculpido
A vista general, el Ferrari 296 GT3 es se parece ligeramente a un 296 GTB, pero tiene un par de trucos bajo la manga que se notan al verlo en persona. Los retoques aerodinámicos mejoraron notablemente la carga hasta en un 20% respecto al 488 GT3. Aun así, desde Ferrari afirman que este diseño sufre menos afectaciones con el paso del aire y por eso genera menos turbulencias. La cabina no tiene nada de la versión de calle, sino que es una mejora respecto a la del 488 GT3. Muchos de los mandos se movieron hacia el volante, como si fuera un monoplaza de Fórmula 1. Aquí no hay una sola comodidad.
Finalmente está el chasis, que es completamente nuevo y es más eficiente. Desde Ferrari lograron que este 296 GT3 lograra mantener un bajo desgaste de los neumáticos, algo vital para las carreras de alta resistencia. Parte de su éxito es que es más largo que la versión de calle y ahora cuenta con una suspensión de doble horquilla para ambos ejes con gran capacidad de ajuste. Adicionalmente, el auto está construido para que sea más fácil de reparar y permite reemplazar secciones enteras en segundos. Parece que el espíritu de competencia de Ferrari sigue tan vivo como siempre.
