Quizá este sea el Dodge Viper más extremo y venenoso de la historia, al menos entre aquellos que pueden circular por la calle o no son ACR, y tiene el sello de McLaren. No ese McLaren británico fundado por un neozelandés para competir en F1 que luego terminó produciendo superautos. Sino su contraparte gringa, American Speciality Vehicles McLaren, o ASC para ser breve.
Con el nombre Diamondblack (o diamante negro), este Dodge Viper fue preparado por ASC McLaren para el Salón de Detroit en 2006. Es decir, es un auto único en su clase, no existe otro Viper así. Puede que ASC se especializara en conversiones de autos convertibles, pero esta víbora es todo menos normal. Y si no me cree, solo eche un vistazo al frente y verá una abertura que revela el motor V10 con partes bastante interesantes.
Víbora con mucho “picor”
Este auto en particular está a la venta en Bring a Trailer, y posee una extensa documentación y hasta presencia en otros medios especializados, como Viper Magazine. El modelo comenzó su vida como un Dodge Viper SRT-10 normal, el cual ASC McLaren utilizó para sorprender en el Salón de Detroit. El cambio más importante es su motor, que recibe cuerpos de aceleración forjados e individuales, nuevo sistema de inducción y escape de alto flujo.
ASC instaló un capó (o cofre) en fibra de carbón que permitiera respirar a esas 10 tomas de aire/cuerpos de aceleración. El splitter, spoiler, techo, defensa trasera y faldones laterales también son en fibra de carbón. El auto ahora luce rines en aluminio de 19”, frenos Brembo, diferencial de deslizamiento limitado, transmisión manual de 6 cambios y cauchos Michelin Pilot Sport.
Este Viper ahora luce un tono blanco ártico con apliques negros y acentos rojos, indicadores auxiliares en el interior, un velocímetro que va hasta las 220 mph (355 km/h) y arneses de 4 puntos. En su momento ASC McLaren aseguraba que este Dodge Viper tenía 615 hp (115 más que de fábrica) y que su construcción en total costó 750.000 dólares.
Fue y será pieza para museo
Curiosamente, el auto apenas tiene 80 millas en su odómetro (128 km), y ha sido mantenido a la perfección por todos sus dueños. La subasta termina en un par de días y ya ronda los 165.000 dólares, pero a cambio se llevará una pieza de museo y quizá uno de los Viper más extremos de la historia. Lástima que lo más seguro es que este auto seguirá como pieza de colección, y no será conducido o disfrutado como realmente se merece.
