No bastó con perder el título de pilotos, ahora su exótico tendrá una cara cuenta de reparación. Ese dinero extra por ganar el título de constructores recibirá buen uso, porque al parecer el Ferrari F40 de Lando Norris sufrió un accidente. Y no, el piloto británico no estaba al mando de este Cavallino Rampante tan deseable.
En serio, un segundo Ferrari F40 involucrado en un accidente en menos de una semana, eso tiene que ser un récord. Pues bien, un video captado desde otro vehículo que seguía al Ferrari captó el momento en el cual pierde el control y resulta contra una barrera de seguridad. De veras, el F40 no es para cualquier piloto inexperto y estos dos incidentes lo demuestran.
Por esto no es bueno prestar su auto…
Una vez más: no era Lando Norris quien conducía su Ferrari F40. El piloto (como muchos otros) se encuentra de vacaciones al otro lado del mundo donde tuvo lugar este incidente, ocurrido en un paso de montaña cerca a Mónaco, donde reside el británico. El F40 del video tiene la misma matrícula que el de Norris, confirmando su origen y dueño.
El conductor acelera saliendo de una curva, olvidando que el F40 no tiene asistencias electrónicas y es un auto particularmente brutal y difícil de pilotar. Naturalmente el eje trasero derrapa y al corregir, el F40 da un trompo e impacta la barrera con su parte posterior. Los daños no son tan violentos, una defensa rota, rines dañados, quizá una suspensión doblada y un ego destrozado. Además que este individuo ya no debe ser amigo de Norris luego del impacto.
La inexperiencia ataca de nuevo
He aquí el típico “acelerón” que toma descuidado a un piloto. La falta de control de tracción, combinada con la naturaleza salvaje de ese V8 biturbo, cuya potencia suele “saltar” al entrar en su curva de torque, resultan en un deportivo de respeto. Para domarlo se necesita un pie dócil que sepa administrar el acelerador, particularmente saliendo de una curva.
Al conductor se lo ve cometer este clásico error de acelerar demasiado pronto y fuerte, causando el inevitable golpe. Al menos el Ferarri F40 podía moverse luego del impacto y el conductor se hace a un lado del camino, posiblemente pensando en cómo contarle la noticia a Lando Norris.
Apuesto a que el piloto británico nunca más prestará su Ferrari.
