Una de las líneas más icónicas de “El Padrino”, la excepcional novela de Mario Puzo, describe cuando Don Vito Corleone le dice a Jonny Fontane: “Le haré una oferta que no podrá rechazar”. Así fue la invitación que me cursó Agrícola Automotriz, el concesionario Porsche de Cali a través de Francisco Mantilla, uno de los entusiastas más importantes de la marca de Zuffenhausen en el país, para asistir a la primera edición del Porsche Legends Colombia: La Magia de lo Clásico, llevado a cabo en la capital del Valle del Cauca el pasado 5 de abril. Y encima, me asignarían un 911 Cabriolet de la carrocería 996, fabricado en 2004 y con caja manual, para llevarlo durante el recorrido Definitivamente, una invitación irrechazable, concordarán conmigo los lectores.
La idea de los organizadores era reunir la mayor cantidad de Porsche de época afincados en el departamento y los que quisieran llegar de otras ciudades para realizar un recorrido desde la estación de servicio Primax – Tiger Sameco hasta el majestuoso Museo de la Caña de Azúcar, localizado en terrenos de la hacienda colonial Piedechinche, otrora propiedad de la familia Borrero y hoy en manos del Ingenio Providencia.
Invitados de todas las eras
A las diez de la mañana del sábado, comenzaron a llegar a la EDS los primeros invitados, entre los que se encontraban ejemplares más recientes de las líneas Boxster, Cayman, Panamera, 911, los SUV Cayenne y Macan y hasta el imponente modelo eléctrico Taycan. La idea era mostrar también el portafolio actual de la marca y enamorar a los aficionados y posibles clientes. También, estos autos servirían para ordenar la caravana y segmentar los modelos para que pudieran apreciarse mejor en la vía.
Una importante cifra, 50 ejemplares, se concentraron en el lugar de partida, comandados por los más ancianos de la tribu, un par de 356 nacidos, paradójicamente, en el último año de su producción, 1964. Desde los años 60 llegó también un prístino 912 de 1969, que, recordemos, es un 911, pero con motor de cuatro cilindros.
Un precioso 911 E de 1970 se unió también al grupo, llevando un llamativo tono Pastelblau, concordante con la carta de colores de la época. Desde los años 70 también aparecieron los muy apreciados 911 Turbo (930) en blanco y negro, un raro 914 y un 924.
Desde los 80 llegó un 944 en tono Siennarot y más 911, incluyendo las carrocerías Targa y Cabrio, coronando la década con un espectacular 928 4S de 1989, sin duda, uno de los favoritos entre los entusiastas.
Los 90 se vieron presididos por un 911 (964) Turbo, uno de los modelos más apetecidos en el mercado internacional hoy en día, un escaso 968 Cabrio y las buscadas carrocerías 993 del 911 junto con las polémicas 996 con las que este modelo saludó el siglo 21.
Recorrido de lujo
Los modelos de este siglo completaron esta rápida procesión, que, tomando una de las fantásticas rutas que rodean a Cali, nos llevó durante 34 cortos kilómetros hasta el punto final, el Museo de la Caña, localizado en el corregimiento Santa Helena, jurisdicción del municipio de El Cerrito.
A lomos de “nuestro” 911 Carrera Cabrio 996, con el motor 3.0 atmosférico de 300 caballos a disposición, pudimos comprobar la esencia de estos Porsche atemporales. Caja manual, embrague ya no tan duro como sus antepasados, una caja manual cerrada de seis velocidades y estas vías perfectas, fueron una comunión que certifica la enorme feligresía que tienen estas máquinas alrededor del mundo y por qué causan esa enorme adicción entre los entusiastas. Sentir el latido de ese motor en la espalda, la puesta a punto, la tenida, la frenada, la respuesta, es algo inherente al 911 y a sus hermanos de portafolio. Son carros sin comparación en esa élite.
Finalmente y luego de despachar un suculento almuerzo con lo mejor de la rica cocina valluna, tuvimos el privilegio de ofrecer la charla “Porsche, historias y anécdotas”, en la que compartimos parte del legado de la marca, cercana ya a sus 80 años, desde que Ferdinand “Ferry” Porsche construyera, en un pequeño granero de Gmünd, en Austria, aquel 356 que daría inicio a esta leyenda.
