Si alguna vez fantaseó con tener el estilo del Vengador Fantasma y su motocicleta infernal, llegó su día de suerte. TTS Performance acaba de crear la Harley-Davidson del infierno, una bestia construida con una Fat Boy y un sobrealimentador volumétrico. Esta idea solo pudo ser un pedido especial de Johnny Blaze para recolectar almas pecadoras más rápido, algo que se nota con solo escucharla rugir. Bromas aparte, TTS Performance es un preparador experto en llevar motos más allá del límite, como las imponentes Superbusas hechas a base de la Suzuki Hayabusa. En un giro radical del destino, este preparador inglés tomó todo lo aprendido en las motos japonesas y se lo aplicó a una moto americana.
Alimentada con almas en pena
Este experimento infernal es el resultado de un pedido especial de un cliente solo identificado como Andrew. Por alguna razón, el piensa que el motor de V-Twin de 1,8 litros no genera suficiente potencia para cumplir el propósito de esta cruiser. Así que TTS Performance hizo lo que mejor sabe hacer, instalar un sobrealimentador, solo que esta vez lo hicieron en una Harley-Davidson Fat Boy. Aquí la ingeniería es completamente diferente, ya que este motor no es de alto rendimiento, sino de alta capacidad. Además, el concepto en sí de la Fat Boy no es ser rápida como la Sportster, sino ser contundente al avanzar.
Ese pensamiento fuera de la caja es lo que más impresiona en este proyecto. El preparador instaló aquel sobrealimentador al costado del motor, en lugar de ocultarlo en el bastidor. Ese detalle junto con el aspecto clásico y rudo recuerda un poco al Bentley 4.5 Litre Supercharged y suena igual de imponente. Para lograr que funcionara, TTS instaló el eje del sobrealimentador justo en el cigüeñal y un intercooler en el frente, para lo que tuvo que modificar la quilla y la entrada de aire. El otro extremo del sobrealimentador va directo a la caja filtro que, muy apropiadamente, dice Inferno. Un escape modificado y algunas mejoras estéticas no podían faltar, pero nada más extravagante que el sobrealimentador.
La potencia necesaria para castigar injustos
Sin saber lo que habían hecho, los de TTS Performance pusieron esta Harley-Davidson Fat Boy en el dinamómetro. El resultado es que pasó de 94 caballos de potencia a 234 jinetes del apocalipsis, eso sin contar un torque descomunal de 291 Nm. Con todo esto, aun no alcanza la mítica equivalencia de un caballo por kilo, ya que la moto pesa en promedio 310 kilos. Es todo un misterio si el venerable motor Milwaukee-Eight 114 aguantará la presión original, pero seguro que Andrew se divertirá averiguándolo mientras asusta a pecadores a su paso.
