Cuando el primer álbum es todo un éxito, ¿qué sigue? Repetirlo con un sonido familiar que siga las tendencias del mundo. Eso fue lo que hizo Lucid, que luego del éxito del sedán de lujo eléctrico Air apostó al segmento de las camionetas premium con esto: el Gravity. Modelo que anunciaron hace un año durante el Salón de Los Ángeles y que doce meses después revelan en el mismo escenario.
Este es un paso más que natural para Lucid, que si bien no tiene el volumen de producción y experiencia de Tesla, tiene un producto que es infinitamente mejor que lo que produce don Elon Musk. Alguien que demostró que puede producir eléctricos en masa para todo el mundo, pero que carecen del refinamiento y cariño que otras marcas imprimen, como es el caso de Lucid.
Percepción superior de lujo
Podrá ser un caso de David contra Goliat, pero el Lucid Gravity eléctrico es todo menos pequeño. Es un SUV premium de tres filas de asientos que se acerca a los 5 metros de largo, envergadura que aprovecha al máximo ofreciendo un generoso espacio interior. Materiales en cuero, un techo panorámico, mesas desplegables para la segunda fila y un minimalismo extremo componen un ambiente que se siente más exclusivo que el Lucid Air.
Quizá se deba al techo panorámico, que en esencia es el vidrio frontal extendiéndose casi hasta la tercera fila con un elemento estructural en el medio. Quizá es el cuadro de instrumentos flotante que se asemeja a un head-up display, o la pantalla de info-entretenimiento no intrusiva, que opta por preservar algunos controles físicos y una consola central modular que se adapta de diferentes formas como si fuera un mueble de Ikea.
Todo esto fue desarrollado por y para Lucid, demostrando un salto en calidad y tecnología frente a su auto debut. Ello incluye un sistema operativo que añade controles táctiles en el volante, algo que no es muy del agrado de todo el mundo pero su funcionalidad en el mundo real está por verse.
Prometiendo números de peso
El detalle más interesante a nuestro juicio es el baúl frontal. Este compartimiento abre de forma generosa, doblando como una silla perfecta para acampar o un día de playa. El área de carga incluye portavasos y otros detalles para hacer de la experiencia de sentarse al frente algo cómodo y ergonómico.
Bajo todo esto reside uno de los dos motores del Lucid Gravity eléctrico, junto a una batería con una arquitectura de 900 voltios. Es la misma configuración del Lucid Air Dream y Grand Touring, ofreciendo una potencia entre los 800 y 1.100 caballos al igual que carga ultra rápida que puede recuperar 320 km de rango en 15 minutos. En total la autonomía que promete Lucid es de 710 km y un desempeño de 0 a 100 km/h en menos de cuatro segundos.
A pesar de ser una camioneta de tamaño intermedio-completo, el Lucid Gravity eléctrico no exhibe su tamaño a simple vista. Está pegado al suelo cortesía de una suspensión de aire con cuatro alturas distintas, incluyendo una dedicada para aventuras off-road. El eje trasero también ayudará en las curvas girando en la dirección del volante, la aerodinámica es más predominante y los frenos son de 6 pistones adelante y 4 atrás.
Calidad por encima de cantidad
El Lucid Gravity es claramente un SUV eléctrico premium, por lo que su precio será todo menos asequible. Lucid nos dice que el valor de este vehículo iniciará en los 80.000 dólares, probablemente correspondiendo a la variante de un solo motor con más autonomía en mente, así como el Lucid Air Pure.
Lo que sí es cierto es que Lucid logró un diseño limpio sin exageraciones que sobrepasa otros modelos premium en el mismo segmento eléctrico, demostrando que la apariencia original del Air no es coincidencia.
