El mundo acaba de perder un poco de su brillo. Sin muchos detalles al respecto, Yamaha acaba de anunciar que no desarrollará una R1 que cumpla la normativa Euro 5+. Eso significa que a partir del 2025 los modelos nuevos que se produzcan sólo se podrán usar en la pista. Las motos nuevas aun estarán disponibles para la venta al público, pero no para su uso en vías públicas. Si bien no es un retiro del mercado, el saber que ahora estarán encerradas en los circuitos es un poco desalentador.
¿Por qué rendirse con la R1?
Analizando el tema a fondo, la principal razón para dejar de producir una Yamaha R1 para vías públicas no es la normativa Euro 5+, sino su propio rendimiento. La realidad es que esta moto no es para todo el mundo, ya que su rendimiento es tan alto que necesita un piloto bien preparado para dominarla. Hoy en día, el mercado está apuntando hacia la proliferación de las motos de aventura en detrimento de las supermotos, así que hay menos personas preparadas para afrontar los sacrificios que conlleva tener una de estas máquinas.
Tener un mercado cada vez más pequeño para un producto que ya era de nicho tiene como consecuencia que la compañía no quiera invertirle tanto dinero como antes. Yamaha sabe cómo hacer que la R1 cumpla con la normativa Euro 5+, pero es muy costoso hacerlo y es poco probable que recuperen esa inversión. Tristemente, lo que está matando a las supermotos no es la normativa medioambiental, sino su decreciente popularidad. La última versión de la R1 para calle fue presentada en 2015, cuando trajo la inclusión de las ayudas electrónicas de manejo. Ese es otro tema; a pesar de ser una compañía tan avanzada tecnológicamente, Yamaha siempre tiende a llegar de ultimas en ciertas innovaciones tecnológicas, pero este tema lo exploraremos en otra ocasión.
La repetición de la historia
No entremos en pánico, no es que la Yamaha R1 desaparezca totalmente con su incapacidad de cumplir con la normativa Euro 5+. La marca de los diapasones le dará el mismo tratamiento que le dio a la R6: reservarla a los circuitos. Además, Yamaha no se rindió con ese segmento y por eso presentó a la R7. Sin embargo, nos preocupa lo que pueda pasar con la MT-10, ya que usa el mismo motor CP4 pero con menos potencia. Quizá con esa configuración recortada en rendimiento sí puedan hacer que cumpla la norma, pero no se ha dicho nada al respecto.
Mientras tanto, si su objetivo en la vida es tener una R1 de calle, tendrá que apurarse a tener una de la generación actual antes de que se acabe su inventario. Por otro lado, si puede permitirse comprar un juguete de estos para la pista, Yamaha asegura que continuará con el desarrollo de piezas de alto rendimiento de GYTR, su equipo de carreras, para la venta al público.
