El Niro nació hace poco más de un lustro como un modelo desarrollado de ceros para estar electrificado. El concepto funcionó y ahora vamos en una segunda generación. El Kia Niro híbrido no tarda en llegar a Colombia, pero nuestro interés de manejarlo en el marco del World Car Awards se enfocó en la versión del todo eléctrica.
Evaluar más de 20 distintas novedades para calificar los candidatos al Auto del Año en el Mundo no es solamente un desfile de máquinas espectaculares; los vehículos populares, masivos y realistas también tienen mucho peso porque son los que movilizan a la gran mayoría, son los que forman el mercado.
Justo ahí juega el Kia Niro, con una segunda generación que se ve afectada por la ola de propuestas innovadoras del consorcio surcoreano, que se ha hecho de talentos locales que trabajan en conjunto con mentes europeas para darnos automóviles que hace unos 10 años no habríamos imaginado de marcas antes asociables a algo simplón.
Espectacularmente cotidiano
Dejando a un lado una identidad visual rompedora e inusual que sin duda será polémica, la buena impresión empezó con un interior limpio pero interesante en sus formas, intuitivo, cuidadosamente fabricado e incluso con pormenores inesperados para el segmento, con unos asientos sorpresivamente elaborados o un panel de mandos táctiles intercambiables, herencia directa del fantástico EV6.
Algún ruido de cabina nos delató que las unidades evaluadas del Kia Niro en la prueba del World Car Awards (fueron tres con cada sistema de propulsión) son muy preliminares y en realidad eso fue el único punto a mejorar en un conjunto en general bien hecho.
En lo demás, ya enfocándonos en esta variante eléctrica, nos hallamos ante un crossover balanceado, preciso, refinado y a ratos tan carente de apuntes negativos que uno como crítico termina aburriéndose. Responde incluso demasiado bien para algo que pasará mucho tiempo en la ciudad, su aislamiento de vibraciones o asperezas del asfalto es encomiable y tanto suspensión como frenos hacen la tarea sin chistar si pensamos en su planteamiento conservador, familiar y rutinario.
Mecánica bien lograda
Un botón para cambiar los modos de manejo puesto justo en el simpático volante de dos radios nos da un cambio de aceleración inmediato: el Niro se desplaza con linealidad y suficiente contundencia pues sus 204 caballos y 255 Nm de su motor puesto adelante no pretenden dar más aceleración de la cuenta, sino poner en la balanza la necesaria eficiencia para entregarnos una autonomía razonable, pues una carga basta para más de 400 kilómetros, distancia buena si pensamos en una batería de mediana capacidad, con 64.8 kWh.
Si Kia quiere incorporarse (otra vez) en el creciente nicho de los eléctricos en Colombia, este Niro EV es la apuesta correcta y una evolución clara del ya de por sí bueno Soul EV que hemos podido conocer en pasadas ocasiones.
Kia Niro EV
| Largo | 4.42 metros |
| Tipo de motor | Eléctrico síncrono |
| Potencia | 201 caballos |
| Torque | 255 Nm |
| Tracción | Delantera (FWD) |
| Capacidad de la batería | 64.8 kWh |
