Kia EV6 Colombia
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Los más escépticos no lo creerán porque su mente está muy cerrada, los de mente abierta igual y se sorprenderán al saber su posible precio y los que nos dedicamos a probar autos como profesión, simplemente aceptamos hasta dónde ha llegado la evolución de la industria automotriz coreana. El Kia EV6 es francamente espectacular y manejamos en primicia el primero que llegó a Colombia. 

Riesgos calculados

Kia, por costumbre, siempre ha sido la hermana algo más audaz y juvenil de Hyundai y eso cuenta también para el importador de la marca en Colombia, que nunca ha dejado de tomar riesgos con modelos que otros se asustarían en traer a nuestro particular mercado. 

Recordemos hace 10 años con el sedán Quoris, que costaba unos 180 millones de ese entonces y era nada más y nada menos que un rival surcoreano a un BMW Serie 7 (o eso pretendían), al punto de que lo desarrollaron con todo y propulsión trasera. O el Cadenza, un poco más pequeño pero que se veía como una primera propuesta seria hacia una berlina lujosa… eso después de haber conocido extrañezas como el Opirus. 

No es la primera vez

Y si nos vamos a épocas más oscuras y lejanas, ya más antiguas que muchos de nuestros lectores, Kia tenía modelos como el Clarus. Y con ofertas de movilidad más sostenible ellos no dudaron en importar un Optima híbrido por allá en el 2011, que ya luego se comercializó formalmente en una generación posterior; hubo más de una unidad del Soul eléctrico o el fantástico híbrido Niro, muy difundido a estas alturas. 

Siendo así, el EV6 no es más que una lógica evolución a una estrategia de Kia en no descuidar un país que siempre los ha querido. 

El esfuerzo y sus frutos

El EV6, primo del Hyundai Ioniq 5, se construye sobre una plataforma que, con millones y millones de dólares invertidos en desarrollo, se previó desde ceros para sistemas de propulsión eléctricos al mismo nivel de cualquier otro fabricante establecido. Lo que va desde una gestión térmica ejemplar para conservar la batería, motores de altísimo desempeño, una electrónica preparada para lidiar con tremendas dosis de torque y velocidades de carga muy elevadas (hasta 240 kW), tanto que esa tecnología no se puede aprovechar con nuestra infraestructura a la fecha. 

Nuestro review fue más bien un contacto preliminar porque este EV6 rojo que ven es más una suerte de prototipo de lo que podría llegar. Es la segunda versión más potente luego del Kia EV6 GT, trae una toma de carga que no es tan compatible con lo que existe en Colombia (donde el Tipo 1 es más difundido que el Tipo 2 europeo), y el equipamiento puede que no sea el que se establezca para nuestras tierras. Lo más claro es que el manejo sí será tal cual y eso, al final, es lo más importante. 

Un nivel muy elevado

No son pocas las referencias de autos eléctricos que tiene quien les escribe estos renglones, desde los muy alabados Tesla con su concepto pionero de grandes baterías, múltiples descuidos en desarrollo y calidad que parecieran perdonarles sus leales fanáticos; hasta un sensato Chevrolet Bolt. Con todo lo que puede haber en la mitad, ya sea un interesante Kia Soul EV, un espectacular aunque a ratos delicado Jaguar I-Pace o los mejores eléctricos que he manejado en mi vida: los Porsche Taycan Turbo y Audi RS e-tron GT. Esos entre otros. 

Con ese tipo de estándares, abordar un Kia pudiera parecer una insensatez pero no es así. El EV6, tal como su primo el Ioniq 5, están construidos a un nivel de calidad similar y a ratos equivalente o hasta superior a muchos de los mencionados. 

La calidad de armado, de funcionamiento, el ingenio aplicado a su cabina, a su aerodinámica, a la ergonomía, a las gráficas de las pantallas… es tan bueno como cualquier otro eléctrico de una marca líder. Esto no es una herramienta de mercadeo con una pantalla gigante que emite ruidos de flatulencias o un asistente de manejo sacado al mercado a medias y que usa de conejillos de indias a los mismos clientes, no. El EV6 es un automóvil global con todas las de la ley, un auto creado con seriedad y con mucha innovación.  

Fondo y forma

Con un automóvil en general hay que fijarse en la parte técnica y de su conducción pues eso es lo que vamos a sentir, lo que nos va a conectar bien o mal a la vía, incluso lo que nos puede salvar en una emergencia o lo que nos hace agradable o no un viaje. 

Quedarse colgados viendo si un techo de vidrio es más grande que el otro o si una pantalla es de X pulgadas es carecer de profundidad y de ignorar lo que debería importar en la realidad. Aún así, el EV6 tiene formas de llamar la atención para unos y para otros. ¿Parquearlo a control remoto? Se puede. ¿Instrumentos digitales gigantescos? Claro que sí. ¿Un sistema de sonido Meridian digno de un Range Rover? Cómo no. ¿Un juego de luces traseras que ni en un Porsche llama tanto la atención? Tampoco falta. 

Luego miramos más a profundidad y no salimos decepcionados, el Kia EV6 es más que la suma de sus gadgets, y eso se delata en el trabajo de una suspensión de muelles fijos que combina el buen control de su elevado peso (porque es un auto mucho más grande de lo que parece en fotos), con un confort de marcha ejemplar incluso con los enormes rines, el no tan sobrado perfil y unas calles bogotanas al borde del abandono. 

Luego está la ausencia de sonido que implica una insonorización y un ajuste más robusto, pues no hay un motor de combustión que disimule todo lo que pueda surgir. Y el EV6 es un ejemplo del buen armado y al mismo tiempo de la creatividad, con unos asientos que amplifican el bienestar de un espacio vasto que aprovecha con plenitud su longitud de 4.7 metros y una distancia entre ejes digna de un Mercedes Clase S (anda en el orden de los tres metros).

Era de esperarse…

¿Y el desempeño? Dos motores eléctricos (uno por eje), un total de 325 caballos con un pico de torque de 605 Nm que basta para propulsar 2.1 toneladas de 0 a 100 km/h en 5.2 segundos, o lo que es igual, el tiempo que requería un Porsche 911 Carrera en la misma medición hace no tantos años. 

La batería no es tan grande, con 77 kWh totales optimizados para una autonomía en el ciclo WLTP de casi 500 kilómetros, 484 para ser exactos. Ya es una obviedad decir que es rápido, por supuesto que lo es. Lo que importa es que esa rapidez sea fácil de controlar y en eso los ingenieros supieron resolverlo todo: la capacidad de tracción es tremenda, los frenos dan confianza y la dirección está muy bien puesta a punto. Nada que objetar: es una versión más firme y directa en relación al más blando y “autopistero” IONIQ 5. Es el enfoque de Kia que también se nota entre un Rio y un Accent, entre un Optima y un Sonata, entre una Telluride y una Palisade. 

Aún no hablaremos de tiempos de carga pues tiene que llegar la versión final con el tipo de toma definitivo antes de hacer promesas que no nos corresponden o afirmaciones que puedan ilusionar a alguien.

Grata experiencia

Lo único que tienen que saber es que el EV6 es tal vez el mejor Kia de la historia, un producto que abre grandes puertas hacia un futuro prometedor, interesante, competitivo. Aplausos para Kia. 

Ahh sí… el precio. Este Kia tal como lo ven costaría unos 265 millones COP. Si lo vemos como un I-Pace a la surcoreana, es una ganga pues el Jaguar ya anda arriba de los 500. Todo puesto en contexto cambia y si pensamos en que la misma plataforma de los Kia y Hyundai la usa también la marca de lujo Genesis, poner a este Kia contra un Jaguar o un Audi no es ningún insulto a los europeos, pues los mismos europeos reconocieron al EV6 como el Auto del Año.

Manuel Fernández
Jurado World Car of the Year - He probado autos desde 2008, escribo y hablo de ellos - En Ciudad de México - De Bogotá, Colombia

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