Quince años después de su despedida, el Alfa Romeo 8C está de regreso. Pero no gracias a la marca italiana, así como ocurrió con el 33 Stradale. No, es el famoso carrocero Zagato es el responsable de darle vida a lo que es quizá el Alfa Romeo 8C más bello del planeta. Y vea que aquel deportivo italiano ya era toda una belleza cuando apareció hacia 2008, quizá uno de los modelos más bellos de Alfa Romeo a la par del pequeño 4C, al menos en años recientes.
No, no es un Dodge Viper disfrazado y maquillado, como ese Giulia TZ3 que, casualmente, apareció por la misma época del 8C original. Esta es una solicitud de un cliente de Zagato y dueño de un Alfa Romeo 8C, quien quiso una transformación única e irrepetible para su deportivo V8. El resultado, lo bautiza Zagato, se le conoce como “DoppiaCoda” y desfiló durante el evento celebrado en el Lago Como, en Italia.
Hecho a mano y a la italiana
Qué mejor que un “Concours D’Elegance” para alardear esta creación. Por debajo es un Alfa Romeo 8C Competizione, cuyos elementos mecánicos no fueron tocados por Zagato.
El preparador italiano optó por combinar lo mejor de ambos mundos, inspirado en sus dos más recientes creaciones. Un deportivo de cola corta, como el Giulia SWB, con uno de “cola larga”, como el Alpine A110 AGTZ. De ahí su nombre DoppiaCoda o “doble cola”.
Sobre la carrocería del 8C se esculpió un diseño kammback, fusionando la cabina con la cola del 8C para crear un perfil más aerodinámico, digno de un Ford GT40. Todo contrastado con un spoiler que se eleva sobre este diseño y un frente alargado, entremezclado con pasos de rueda más musculosos.
Su frente fue retocado con luces más largas y una parrilla triple más notoria, marcando líneas bajas en la defensa y esas nervaduras que llevan a la parrilla vertical clásica de Alfa Romeo. Es como un 8C modernizado que encajaría bien hoy en día, así fuese un modelo de producción limitada.
Corazón de Ferrari
Fuera de ese diseño exterior hecho a mano, con el clásico Rosso Alfa contrastado con negro, no cambia demasiado. Del interior Zagato nos dice que preservó el diseño y la construcción en fibra de carbono de muchas piezas.
Su motor V8 de Ferrari, con cigüeñal convencional y 4,7 litros, mantiene sus 444 hp a las ruedas traseras. Es una pena que sólo se ofrezca con esa transmisión estilo F1 secuencial de esa era de Alfa, Maserati y Ferrari. Pero es un auto bello y una interpretación de lo que ya es un clásico de culto en el portafolio de Alfa Romeo.
