El icónico Mazda RX-7 Veilside Fortune Coupé de 1992, reconocido por ser el coche de Han en Rápido y Furioso: Reto Tokio, rompió varios récords de subastas durante el Festival de la Velocidad de Goodwood. Este modelo, inconfundible en la pantalla grande y en la vida real, recientemente encontró un nuevo dueño, que lo adquirió por un total de $1,229,434 dólares estadounidenses.
El RX-7 más recordado de Mazda
La puja llevó el precio final del vehículo a £911,000, convirtiéndolo no solo en el Mazda o el RX-7 más caro de la historia en ser subastado, sino también el más costoso de toda la saga de Rápido y Furioso. Este deportivo fue utilizado para escenas estáticas y de acrobacias en la película y es uno de los dos únicos RX-7 supervivientes de la producción.
En aquel entonces, Universal Studios encargó a la empresa japonesa Veilside Co. Ltd. la modificación extrema de este coupé, ensanchándolo casi 20 centímetros y alterando casi cada panel de la carrocería para lograr esa estética inconfundible.
Más allá de la pantalla: el valor de un ícono
A pesar de que Reto Tokio no es la película más aclamada de la franquicia, el valor de este RX-7 es innegable. Su diseño memorable y su rol protagónico lo catapultaron a una nueva liga. El coche, con casi 108.000 kilómetros en el odómetro, recibió una reconstrucción completa del motor no hace mucho. Asimismo, el catálogo de Bonhams destacó su excepcional estado de conservación, un factor clave para alcanzar semejante precio.
Este RX-7 Veilside de doble rotor turbo, que se estima produce alrededor de 280 HP, ha estado bien conservado desde el rodaje. La venta de este Mazda superó ampliamente el récord anterior para un coche de Rápidos y Furiosos. Anteriormente, lo tenía el Toyota Supra naranja de Paul Walker, vendido por $550,000 dólares.
Esto demuestra que la cultura automotriz de la saga sigue viva, impulsando el valor de sus estrellas de cuatro ruedas a niveles récord gracias a la nostalgia cinematográfica.