Porsche liberó por un momento al nuevo Cayenne eléctrico, una de sus bestias destinadas a liderar su portafolio a futuro. Durante el Festival de la Velocidad de Goodwood, la marca de Stuttgart realizó el mítico ascenso para poner a prueba el prototipo del nuevo SUV y los resultados fueron directos, fuertes y claros: el rendimiento está garantizado.
El modelo camuflado del Porsche Cayenne Eléctrico hizo su debut en Goodwood con la piloto Gabriela Jílková, del equipo TAG Heuer Porsche Formula E, quien sacó a relucir las capacidades de este SUV. Con Jílková tras el volante, este Porsche ya había batido un récord para SUVs en Shelsley Walsh con el Cayenne eléctrico, completando la subida en 31.28 segundos.

El prototipo mostró una imponente aceleración, cubriendo 18.3 metros en apenas 1.94 segundos (en arranque), una señal clara de la potencia que tendrá el modelo de producción eléctrico.
Tecnología de punta: el poder del Porsche Active Ride

El Cayenne Eléctrico que se dejó ver en Goodwood venía equipado con el innovador sistema de suspensión Porsche Active Ride. Esta tecnología ayuda a mantener la carrocería del coche nivelada en diversas maniobras, asegurando máxima tracción. Aunque el camuflaje ocultaba los detalles de diseño, el enfoque estuvo justamente en su dinámica de conducción y la avanzada suspensión.
De igual manera, Porsche utilizó este escenario global para destacar no solo el futuro eléctrico, sino también las capacidades del nuevo Cayenne Black Edition, un modelo especial basado en la actual generación de vehículos, colocándolo a prueba en tests específicos dentro del evento.
El próximo gran momento para el Cayenne Eléctrico será su presentación oficial, donde se esperan más detalles técnicos, programada para el Salón IAA Mobility en Múnich en septiembre de 2025. La presencia de la nueva SUV en Goodwood fue solo un aviso de la marca: la electrificación de Porsche viene con potencia, manteniendo el ADN de rendimiento que los caracteriza.