Toyota estaría próxima a marcar un nuevo capítulo en su estrategia de electrificación. La marca japonesa, conocida por su cautela, ha decidido que el camino hacia el futuro pasa por la producción masiva de vehículos eléctricos en Estados Unidos. Para lograrlo, Toyota habría decidido liberar espacio en sus fábricas para fabricar dos nuevos SUV eléctricos basados en dos de sus modelos más emblemáticos: el RAV4 y el Land Cruiser.
Este movimiento no solo respondería a la necesidad de producir más vehículos eléctricos en territorio estadounidense para evitar aranceles (y así mantenerse económicamente viable), sino que también refleja la creciente demanda por los SUV, y el aprovechamiento de la marca de sacarles buenos rendimientos a un par de nombres bastante populares en su historia.
Íconos de la marca con cero emisiones

Los modelos eléctricos del RAV4 y Land Cruiser representarían un paso gigante para Toyota. Aunque ambos vehículos ya cuentan con versiones híbridas en el mercado, convertirlos en modelos completamente eléctricos es una declaración de intenciones en medio de un panorama automotriz bastante incierto económicamente hablando.
Así lo habría confirmado un vocero de la marca al portal motor1: «Toyota planea producir dos SUV eléctricos de batería de tres filas completamente nuevos en EE. UU. Toyota ensamblará ahora ambos vehículos en Toyota Kentucky». Siendo estos dos vehículos los previamente mencionados.
Toyota RAV4 tiene un precedente electrificado

Hace varias décadas, la marca japonesa ya había incursionado en el mundo de los vehículos eléctricos con su proyecto piloto: el Toyota RAV4 EV. Lanzado en 1997, durante la primera generación del SUV, este modelo de «cero emisiones» fue un experimento que culminó con la producción de 1.500 unidades.
A pesar de su breve trayectoria comercial, este vehículo se convirtió en un precedente del futuro eléctrico de la marca. El RAV4 EV de esa época estaba equipado con un motor eléctrico de 67 HP, una batería de hidruro metálico de níquel de 27 kWh, y ofrecía una autonomía de 153 km, alcanzando una velocidad máxima de 126 km/h.
Este desconocido antecesor allanó el camino para la nueva generación eléctrica de la RAV4, que hoy por fin parecería tomar nuevamente forma.