La industria automotriz está de luto por la partida de Tsutomu “Tom” Matano, el brillante diseñador y una de las mentes maestras detrás del Mazda MX-5/Miata. Matano, quien falleció a sus 76 años de edad, dejó un legado imborrable en el mundo de los deportivos, con su obra maestra, que es considerada uno de los mejores autos de la historia.
De Nagasaki a California: una carrera guiada por la pasión

Nacido en Nagasaki, en 1947, Tsutomu Matano se mudó a Estados Unidos con solo 22 años para perseguir su sueño en el Art Center College of Design en California. Su talento lo llevó a trabajar en grandes nombres de la industria, como General Motors en Detroit tras presentar boceto futurista del pontiac y en BMW en Múnich, donde participó en el desarrollo del Serie 3.
Sin embargo, su inclusión en el estudio de diseño de Mazda fue lo que marcó el punto de inflexión en su carrera. Su experiencia en diferentes culturas automotrices le dio la perspectiva perfecta para crear algo verdaderamente único, algo con lo que Tsutomu Matano dejaría un legado histórico e imborrable en el mundo, el Mazda Miata (que ya cumple 35 años desde su creación).
El nacimiento de un ícono

A finales de los años 80, Mazda buscaba crear un roadster ligero y asequible, inspirado en los clásicos descapotables británicos, pero con la fiabilidad de la ingeniería japonesa. De los tres bocetos presentados, fue el diseño de Matano para el MX-5 NA el que cautivó a la compañía.
Su visión dio vida a un vehículo que, más de 35 años después, sigue siendo un ícono cultural y el roadster más vendido de la historia. Aun así, el legado de Matano no solo se limitó al Miata; de sus manos también salieron las líneas del RX-7 de tercera generación y el Mazda 6 original.
Conocido por su cercanía con los aficionados, Matano era una figura muy querida que a menudo firmaba los autos de sus admiradores. Su partida deja un vacío en el mundo del diseño, pero su obra maestra, el Miata, vivirá para siempre en el corazón de los amantes del motor.