¿Qué está celebrando cien años, pesa casi tres toneladas, tiene dos turbos y sube en tiempo récord una de las montañas más altas de Estados Unidos? Un Bentley. Sí, por extraño que parezca, el Bentley Continental GT acaba de reclamar el récord para carros de serie en la cronoescalada a Pikes Peak, con un tiempo de 10:18.488 en uno de los eventos a motor más desafiantes del mundo y justo a tiempo para la celebración del centenario de la marca inglesa.
Para ponerlo en perspectiva: pese a ser un par de kilómetros más corta que el Nürburgring Nordschleife, la carretera que sube al Pikes Peak tiene más curvas que el trazado alemán. Más importante aún, entre la línea de partida y la meta hay una diferencia de 2860 metros de altura, ¡no por nada la llaman la carrera hacía las nubes!
Es por esto que el récord de Bentley es tan destacable, sobre todo cuando consideramos que lo hicieron utilizando un Bentley Continental GT perfectamente stock salvo por algunos aditamentos de seguridad obligatorios y un sistema de oxígeno para el piloto.
Y es que la subida es TAN brava, que tanto pilotos como carros necesitan ayuda para respirar cuando sus corazones laten a ritmo de competencia, pero sus pulmones respiran el aire casi sin oxígeno que hay 4300 metros de altura. Sin embargo, los Bentley boys eligieron un piloto y una maquina a la altura del desafío.
Con su enorme motor W12 de 6000cc y 626HP, el Bentley Continental GT cuenta con la suficiente potencia para llegar a la cima del Pikes Peak, apoyado por dos turbos que ayudaron a compensar la perdida de potencia causada por la altura. Tras el volante, nadie menos que Rhys Millen, una leyenda del drift en Estados Unidos, poseedor de varios récords en Pikes Peak e hijo del legendario Rod Millen, quien ganó varias ediciones de esta carrera en vehículos como una Toyota Tacoma de 800HP.
¡Nada mal para un gran turismo de súper lujo que pesa 2700 kilos y la manera perfecta de celebrar cien años de hacer las cosas al estilo Bentley!