Lo que comenzó como una idea utópica, un chiste que generó memes a diestra y siniestra parece cada día más real. Para avivar más las esperanzas de los que quieren una carrera de Fórmula 1 en Colombia, Stefano Domenicali (presidente de esta categoría) estuvo de visita por Barranquilla. Ahora, no quiero saltar a conclusiones pero que uno de los directivos de F1 visite nuestras tierras para ver qué ofrece la ciudad pone a volar la epopeya de ver al Gran Circo en suelo cafetero.
“Tanteando el terreno”
🏎 El presidente de la Fórmula 1 se reunió con el alcalde Jaime Pumarejo en la ciudad de Barranquilla ➡https://t.co/GPxrnd9tvC pic.twitter.com/V3v6QtYNS6
— EL HERALDO (@elheraldoco) October 31, 2022
Así va el asunto: el 31 de octubre Stefano Domenicali aterrizó en la ciudad de Barranquilla, para reunirse con el alcalde de la ciudad, Jaime Pumarejo, y discutir la viabilidad de una carrera de Fórmula 1. Junto a Domenicali llegó una comitiva compuesta por los promotores de la carrera de México, liderados por Luis García Abad.
Alcalde y presidente de Fórmula 1 recorrieron varios puntos de Barranquilla, como el Malecón del Río. Si bien Domenicali no dio ninguna declaración a la prensa (aún), el alcalde Pumarejo celebró su visita. “Que estén gastando esfuerzo, tiempo y dinero para venir a visitarnos nos motiva a seguir soñando y trabajando en este proyecto”, recalcó el mandatario al periódico El Heraldo. Pumarejo también aseguró que el recorrido tuvo como finalidad ver diferentes opciones por dónde podría pasar el circuito.
Un sueño que cobra forma
Es cierto que apenas es una visita y no es posible sacar conclusiones definitivas, pero lo que en esencia es una aproximación oficial de la F1 a Barranquilla genera optimismo ante el futuro “Gran Premio del Caribe”. Con ello Colombia sería el tercer país sudamericano en tener su propia carrera de Fórmula 1, y el segundo en el calendario actual junto a Brasil.
Claro que este es un tema que debe afrontarse con cautela y racionalidad. La gestión de Pumarejo puede sonar como una movida política; una promesa para ganarse la confianza de los habitantes de la ciudad y “lucir bien”. Si bien aún hay algo de cierto en ello a mi juicio, hay que destacar que la gestión de Pumarejo parece ser honesta y comprometida con la idea de una carrera de Fórmula 1 en Barranquilla.
En un mundo ideal la organización de la carrera realmente hace crecer la economía de la ciudad, mejora la calidad de vida de sus habitantes y renueva la infraestructura de una urbe que realmente lo necesita. No solo eso, sino también termina como un evento libre de corrupción y cosas que dañen toda la gestión y posibles buenas intenciones tras la carrera. Y no lo digo sin conocimiento de causa ya que conozco bien la ciudad y soy consciente del estado de su infraestructura y problemas socio-económicos. Si esta carrera es el catalizador para que Barranquilla florezca de nuevo, bienvenida sea y esperamos estar en primera fila para presenciar el Gran Premio del Caribe.