El clima es una de las cosas más impredecibles y aún más si se habita en ciudades como Bogotá, donde la bipolaridad del clima es bastante severa; logrando pasar de climas soleados a aguaceros con granizo incluido que normalmente colapsan la ciudad. Es por ello que acá les contamos qué se debe hacer y qué no al momento de encontrarse con una inundación en la vía.
En las ciudades, por más capacidad que tengan los alcantarillados, en algún punto tienden a colapsar por la cantidad de agua lluvia. En Bogotá ocurre un fenómeno curioso y es que el terreno también juega una mala pasada; ya que la zona de más lluvias se sitúa sobre los cerros orientales, bajando ríos de agua por las calles; llegando a lugares como la Autopista Norte, Av Caracas o Av 9, donde topográficamente hay un hueco en el terreno haciendo que el agua se empoce más.
En primer medida hay que analizar la altura del charco, la mejor medida o punto de referencia; es la altura de los andenes que rondan los 20 cm; analice sí el agua sobrepasa estos elementos, es una señal de alerta, donde es mejor detenerse y cambiar el rumbo. Si no está la posibilidad de tener un andén a la vista o la inclinación de la vía es irregular, los carros que van adelante también dan una idea de que tan alta es la inundación y si es posible que pasemos o no.
Si ya se decide entrar a la inundación, la velocidad es la clave, ya que entre más despacio se circule, es mejor, ya que menos cantidad de agua le entra al habitaculo del motor, menor posibilidad de mojar las terminales eléctricas o que entre agua por la entrada de aire. En proporciones similares como se evacua agua hacia afuera con una ola, así mismo sera la ola hacia el interior del habitaculo del motor.
Un caso fortuito, como lo ocurrido en varias ocasiones en Bogotá, donde en medio de un trancón el agua comience a subir rápidamente; el mejor consejo es subir el régimen de revoluciones ligeramente, mantenerlas entre las 1.000 a 1.500 rpm, así hay más salida de aire por la el tubo de escape y se evita la entrada de agua por este ducto. Por ningún motivo apague el motor ya que el agua entra por esta zona y termina ocasionando daños al motor. Si la situación se comienza a complicar; lo más importante mantener la calma y tratar de buscar salida del trancón; no importa si tiene que subir el vehículo a los andenes, es una solución de emergencia.
Finalmente si no hubo nada que hacer, el motor decidió no aguantar más; relájese, baje del vehículo, mantenga en un lugar seguro a todos los ocupantes lejos de la inundación. Por nada del mundo intente dar encendido porque puede causar daños graves. En estos casos hay que dejar que el agua baje, si tiene posibilidad de llamar al seguro, hágalo; así se llevarán el carro en grúa y deje secar los terminales de los cables de alta destapados; luego de un tiempo el motor encenderá nuevamente.
Como tip final, la tecnología está de nuestro lado, aplicaciones como Waze o Google Maps muestran las alertas de inundaciones. Si ve que está lloviendo demasiado duro, es mejor detener la marcha en un lugar seguro, esperar unos minutos y seguir con su recorrido. Por último, entienda el que carro no es una chalupa y el agua es un gran enemigo para el conjunto motriz; así que no tiente al destino pasando por charcos que no tenga la total certeza de la altura. A veces es mejor hacer un poco de trancón y buscar el carril con menos cantidad de agua a coger el charco de golpe y terminar varado.