He aquí una pieza coleccionable que haría derramar el té a cualquier británico o fanático de la realeza inglesa. Uno de los Range Rover que perteneció a la Reina Isabel II está a la venta, en una subasta que naturalmente tendrá lugar en el Reino Unido. Además de su herencia real, esta es una pieza de colección por varias razones más.
Primero, es un Land Rover que pertenece a la época cuando la marca aún era inglesa, aunque este ejemplar llevaba el V8 del BMW X5. Segundo, porque Land Rover SV modificó a la carta este ejemplar en particular, con el fin de “hacerlo apto” para quien fuese la máxima figura del gobierno inglés. Tercero, porque doña Isabel II era toda una fanática del mundo motor, particularmente adepta de los Range Rover. No era fuera de lo común verla al mando de uno de estos 4×4 británicos, conduciendo por allí en sus tierras.
De la realeza para todo el mundo
Iconic Auctonieers será el encargado de la subasta de este Range Rover, un ejemplar que la misma Reina Isabel II condujo y del cual existen fotos y videos. No solo eso, posiblemente es uno de los Range Rover mejor conservados en el planeta, con 20 años de mantenimiento y servicios privilegiados por parte de Land Rover,
Este ejemplar data de 2004, posee un color verde oscuro (British green) con sillas en color crema y algunas modificaciones especiales. Como luces auxiliares al frente, cubiertas extras para los asientos y una malla para dividir la zona de la realeza y la de los perros de su majestad. También integra mayor número de manijas en la cabina, estribos y guardafangos especiales. Tiene más de 160.000 km en su odómetro, indicando que la Reina (o su cuerpo de seguridad) conducían a menudo este ejemplar.
¿Por qué está a la venta? Seguramente el nuevo Rey quiso renovar su flotilla, y este ejemplar no fue considerado para conservar o poner en un museo en honor a Isabel II. Alguien sí podrá adquirirlo y ponerlo en alguna colección, por un valor que excederá las 60.000 libras esterlinas, unos 70.000 dólares americanos. Considerando su importancia histórica no es un valor tan alto, y muchos museos pagarían el doble por tener un auto de Isabel II en sus exhibiciones.