El Grupo Piaggio cumple 140 años de existencia y si algo saben hacer bien los italianos (y los alemanes a su modo) es una versión conmemorativa. Por eso, Piaggio presentó a la Vespa 140, un modelo de colección que será la envidia de todo aquel que no alcance a comprarla. Este pequeño scooter se asemeja al Volkswagen Beetle en muchos aspectos, como ser un sobreviviente de la Segunda Guerra Mundial y encontrar su éxito en un mundo que buscaba la paz.
Estética para recordar buenos tiempos
Aunque la Vespa en sí tiene 78 años, el Grupo Piaggio no sería lo que es hoy sin el éxito que su scooter. Por eso es la abanderada para celebrar los 140 años. Este modelo conmemorativo está montado sobre la versión GTV, eso significa que utiliza el motor 300 HPE que entrega unos nada modestos 23.4 HP y 26 Nm de torque. Es el motor más potente que ha tenido la Vespa en toda su historia, por cierto.
Fuera de la potencia, la Vespa 140 cuenta con detalles como iluminación LED, tablero digital y encendido sin llave. A eso súmele los frenos ABS y el control de tracción ASR. La edición 140 años de la Vespa luce unos gráficos especiales de color azul sobre fondo blanco. Estos gráficos de apariencia playera se complementan con ruedas azules a juego, accesorios como maletas de cuero y un asiento tapizado en color azul rey. Ni empiece los trámites para comprar una, porque de este modelo solo se harán 140 unidades y solo se venderá durante 4 días en el Vespa World Days 2024 que se celebrará en Pontedera, Italia.
Un sobreviviente a las crisis
El grupo Piaggio le debe sus 140 años de vida a la Vespa y aunque la moto no es la homenajeada, solo hace falta hacer un poco de memoria para saber porque sigue viva, aun después de 78 años y 19 millones de unidades fabricadas.
La Vespa es el producto de un ingeniero aeronáutico al que no le gustaban las motocicletas, Corradino D’Ascanio. Aunque no lo crea, era el hombre ideal para el trabajo debido a que era recursivo. Esta inesperada receta dio frutos, ya que salió con el prototipo MP6 que estaba escuetamente hecho con partes de aviones que la empresa fabricaba para la guerra. Cuando se presentó el prototipo, inmediatamente dijeron que recordaba a una avispa, de ahí su nombre. De entrada, su motor de 96 C.C. sonaba como el zumbido de este insecto. Además, al verla desde arriba parece una avispa, con la cintura grande donde está el motor y los espejos como antenas.
Esta moto cargó sobre sus pequeñas ruedas el resurgimiento de Italia y su humilde origen pronto lo convirtió en un ícono, un símbolo cultural y de la moda. Tal como su diseñador quería, era la antítesis de lo que representaban las motocicletas tradicionales y su importancia se compara con la que alguna vez tuvo el Volkswagen Beetle.