Si Renault puede renovar por completo a su archirrival urbano y eléctrico, Citroën no será menos. Salude al cuadriciclo más francés que verá hoy, el Citroën Ami eléctrico 2025, que estrena una actualización en París para lucir más distintivo y tener más referencias al clásico 2CV. Que, a estas alturas, merece regresar como un modelo retro-moderno independiente, así como lo hizo el Renault 4.
Hay que aclarar que es una actualización de medio ciclo, así que Citroën no cambió en su totalidad al Ami de la noche a la mañana. El pequeño “autito”, hermano del Opel Rocks y Fiat Topolino, se estrenó en el Salón de París con un concepto “playero” con llantas todoterreno y puertas removibles. Parece que, por ahora, el Rocks, Topolino y Ami tendrán una identidad más definida.
Nuevo rostro para el pequeño francés
Vamos al grano: la actualización del Citroën Ami es plenamente estética. El tren motor con un propulsor eléctrico, baterías de 5,5 kWh y 8 hp permanecen; su cabina es casi idéntica salvo por más colores y algunos acabados más suaves y eso es todo.
El encanto del Ami es su diseño y Citroën lo sabe. Por ello cambió su cara algo “simplona” por una más vivaracha, que recuerda más al 2CV y Ami clásicos. El frente y parte trasera siguen siendo simétricos, aunque crecen gracias al nuevo diseño de los pasos de rueda y defensas.
Emergen nuevos detalles, como unas “agallas” en los costados, referencia al deux chevaux, indicadores sobre los guardafangos, un bisel alrededor de las luces, rines con un patrón cuadriculado y el nuevo logo de Citroën.
Y eso es todo, el Ami sigue siendo un auto plástico con aires de juguete y una carrocería simétrica, que explica la apertura de las puertas. Sólo que ahora es más simpático y hará de esos viajes cortos en la ciudad una experiencia un poco más jovial.
La versión para la playa
Si eso no basta, está el concepto Ami Buggy Vision. Una secuela de ese Ami playero que se vendió en números limitados y que en esta ocasión sigue una filosofía similar.
Citroën removió las puertas de la carrocería mate, reemplazándolas por tubos (cual Jeep) para ofrecer una cabina más airada. El interior posee anclajes para una tabla de surf en las puertas, las llantas parecen de juguete y son todoterreno, las luces frontales son ámbar como buen auto francés clásico y hay hasta un alerón. Para rematar, hay una barra LED y techo suave removible.
Todo muy simpático, sugiriendo que Citroën planea un nuevo Ami Buggy a futuro, quizá con los elementos aquí vistos. Si bien no es más potente, ni rápido o con una autonomía superior a los 75 km, el Ami sigue siendo popular en Europa. Así que Citroën seguirá renovándolo y apostando por este segmento más permisivo y abierto para público sin licencia de conducción en Europa.