No es un secreto que las cosas en Stellantis no marchan del todo bien. Desde rumores que varias marcas bajo la sombrilla del coloso automotriz desaparecerán (o serán vendidas), problemas de calidad, competencia interna, cierre de fábricas, en fin. Por lo visto, todos los dedos apuntan al jefe de Stellantis, Carlos Tavares, como el gran culpable de todo.
La verdad sea dicha, Tavares es una figura controversial. Miles de trabajadores de Stellantis en Estados Unidos expresaron su disgusto contra el jefe de la organización, forzando a la compañía a tomar cartas ante el asunto y declarar que Tavares saldría en 2026. Bueno, el hombre ni siquiera llegó al final de 2024.
“No me pueden echar, si me voy primero”
Era un hecho que Stellantis haría que Tavares dejara su posición como jefe (o CEO si prefiere) en unos años. No sin antes más declaraciones agresivas en contra de Maserati y protestas en fábricas de EE.UU y Canadá, al igual que roces con los sindicatos.
Quizá por iniciativa propia o por “presión interna”, Carlos Tavares aceptó dejar su posición como jefe de Stellantis de manera inmediata. El gigante automotriz confirmó la decisión del empresario portugués, señalando que Stellantis será liderada por John Elkann (ejecutivo y heredero de Ferrari, por cierto) a la par de una junta ejecutiva temporal. Un sucesor a Tavares será nombrado en el primer semestre de 2025.
Así termina un tumultuoso periodo para Stellantis, donde si bien formó un conglomerado enorme con 14 marcas bajo su espectro, las ambiciones fueron muy altas. Tavares quería soluciones rápidas, como la supresión de varias marcas, algo que no cuajó muy bien con los demás directivos de Stellantis.
Cambio necesario para Stellantis
Así pues, Tavares abandona su puesto oficialmente director ejecutivo, el único en la breve historia de Stellantis hasta ahora. Luego de trabajar como ejecutivo de Renault-Nissan, Tavares ascendió a CEO del Grupo PSA en 2014. Allí logró estabilizar a Citroën-Peugeot y luego concretó con General Motors la compra de Opel, hacia 2017.
Cuando PSA y el grupo Fiat-Chrysler se unieron en 2021, Tavares fue nombrado CEO de Stellantis. Allí dio luz verde al uso compartido de plataformas entre todas las marcas, decisión rentable aunque cuestionable, en especial cuando Alfa Romeo o Maserati tienen que compartir con Jeep y Dodge. También prometió revivir marcas como Chrysler y Lancia, algo que paulatinamente ocurrió.
Según el comunicado, las ideas de Tavares en meses recientes no agradaron a la junta directiva, motivando la renuncia anticipada. Así pues, Stellantis empieza un nuevo capítulo que, ojalá, traiga la estabilidad que necesita la marca desde que simplemente se llamaba Chrysler y tenía a Plymouth, Dodge y DeSoto en sus filas.