Alguien en Jaguar realmente dijo “hagamos un Rolls-Royce para Ciudad Gótica de color rosado” y aquí estamos. Este, damas y caballeros, es el punto de partida para el futuro de Jaguar, un concepto denominado Type 00 y que Drivetribe filtró horas antes de su lanzamiento, muy a pesar de los deseos de Jaguar. Bueno, tal vez fue deliberado, pero las reacciones no se hicieron esperar.
Porque en esencia lo que comunica Jaguar con este concepto es, bueno que olvidarán su pasado. A lo único que recuerda este vehículo son a los enormes sedanes Mark 2 o XJ (También llamados 420 o Vanden Plas), ya sabe grandes vehículos para caballeros, que doblen a veces como limusinas o transporte lujoso. En esencia, Jaguar despertó con ganas de ser una rival directa de Rolls-Royce o Bentley.
Un gato jamás antes visto
Estrategia que tiene sus pro y contra, pero ya hablaremos de ello. Hay que hablar de este diseño y es ciertamente impactante, para bien o para mal. No será un modelo de producción como tal, más bien el Jaguar Type 00 es una plantilla, un manifiesto de la dirección que seguirá la marca, al menos en términos de diseño.
Este Jaaaag es enorme y, a pesar de ello, es un cupé de dos puertas. Posee un capó alargado gigantesco, una cabina en forma de gota de agua, una caída alargada de su techo tipo fastback. Por alguna razón no tiene ventana trasera y lo más confuso son las parrillas ubicadas en la parte frontal y trasera, con varias barras horizontales. Casi que parece un Hot Wheels, si se queda contemplando las imágenes por un buen rato.
Según Jaguar, el Type 00 toma detalles del E-Type cupé (la silueta y capó largo), con apliques en oro a los costados donde el jaguar emerge. Son cámaras que doblan como retrovisores, por si se lo pregunta. Todo inspirado en joyería cara, por si no es obvio que Jaguar quiere “saltar” de estrato.
Luces simples y horizontales, pasos de rueda curvilíneos, rines de 23” y los nuevos logos de Jaguar (o JaGUar) aparecen aquí y allá. Es un diseño muy barroco, flotando entre la nostalgia art déco con cierto modernismo, muy a los años cincuenta y sesenta.
Derroche de detalles opulentos
Claramente, el Jaguar Type 00 es eléctrico. Aunque la casa británica no quiso decir qué mueve al imponente concepto o si tiene la posibilidad de doblar como Batimóvil. O, mejor, como el FAB-1 de los Thunderbirds.
Si bien lo único que sabemos es que Jaguar “apunta a una autonomía superior a 650 km” y que usará la misma plataforma de la Range Rover eléctrica, ahí termina lo sensato. En vez de selectores, el Type 00 utiliza tótems, como si esto fuera el Quinto Elemento. Verá, en la consola central un compartimiento acepta estos elementos para alterar el ambiente, aroma y experiencia dentro del vehículo. A Jaguar sólo le faltó decir que estos alteran el comportamiento de los motores.
La cabina es tan descabellada que casi resulta sensata, porque Jaguar “eliminó las pantallas”. La información se entrega en pequeñas interfaces no intrusivas, dejando que el conductor se maraville con metales expuestos, acentos dorados, lana, piedras finas y mucho minimalismo.
Sí hay pantallas, pero se pueden esconder, es lo que dice Jaguar.
¿Es la movida indicada?
El Type 00 no irá a producción, pero sí es un reflejo del diseño del próximo Jaguar, un sedán que llegaría en 2026 con un corte similar. Sospechamos es ese modelo camuflado que se ha dejado ver por ahí.
Con esto, Jaguar acepta destruir su historia reciente, la de modelos premium con énfasis deportivo, pero para un público más general. A cambio, Jaguar se enfoca en un segmento mucho más exclusivo y reducido a individuos con mayor capacidad adquisitiva. Personas que apreciarán la rareza de este concepto y que desean un trozo de “exclusividad” cueste lo que cueste.
El problema es que Jaguar jamás fue sinónimo de ello. Depende enteramente que ese reducido público acepte lo que tengan que ofrecer y deberán quedarse allí, ofreciendo modelos de alto calibre nada más. Un equivalente al F-Type ya no bastaría, tiene que ser algo a nivel Ferrari o incluso Lamborghini.
¿Funcionará? El tiempo lo dirá, porque la recepción ante el diseño e ideas no fue demasiado entusiasta. Es claro lo que quiere hacer Jaguar y la dosis de nostalgia con futurismo es intrigante. Pero el sentimiento de muchos es que la Jaguar de siempre, con todo y sus problemas por estar a flote, desapareció para siempre.