La Fórmula 1 vuelve a una de las pistas más peligrosas, estéticas y difíciles: Marina Bay. La clasificación del Gran Premio de Singapur dejó a Charles Leclerc en la pole, que consiguió gracias a una combinación de suerte y habilidad para tomar decisiones. En segundo lugar saldrá Sergio Pérez y detrás de él estará Lewis Hamilton. En contraste, Max Verstappen estuvo a punto de lograr la pole, pero a causa de su persistencia, el equipo lo obligó a abortar la vuelta a último segundo. Siga leyendo, porque el drama está a flor de piel.
Una Q1 mojada
El circuito de Marina Bay siempre se ha caracterizado por su clima impredecible, y la lluvia hizo acto de presencia durante la tercera práctica. Varias secciones de la pista comenzaron a secarse de manera dispareja, lo que le añadió sazón a la jornada. Por eso, todos los equipos empezaron usando llantas para piso mojado intermedio, pero no sería así por mucho tiempo.
Mercedes-AMG empezó madrugó a salir en la clasificación del Gran Premio de Singapur para ver cómo estaba el piso, por lo que empezaron a hacer récords en varios sectores de la pista. Hamilton se puso de primero faltando 13 minutos en la sesión y su compañero Russell logró mejorar su tiempo de vuelta con 1:55.842. Luego llegó Leclerc, que lo bajó hasta 1:55.054. Al final de la jornada, la Q1 quedó para Max Verstappen, que marcó un tiempo de 1:53.057. Los eliminados fueron Bottas, Ricciardo, Ocon, Albon y Latifi. Es raro que Ocon quede por fuera del top 10, pero el piso mojado y condiciones impredecibles no permitieron que el francés brillara.
Una segunda sesión tranquila
De vuelta en la pista, Verstappen salió temprano, al igual que Leclerc y Sainz. Esta vez fue el monegasco quien empezó con fuerza, gracias a su tiempo de 1:52.343. En cambio, Verstappen empezaba a tener problemas con el ritmo, ya que le tomó hasta el final el poder hacer una vuelta decente. De hecho, este problema eclipsó a casi toda la grilla, ya que Schumacher tuvo que abortar una vuelta por deslizarse demasiado.
Al ver esto, Aston Martin tomó el riesgo de ser el primero en poner llantas rojas suaves faltando 4 minutos para el final. Lastimosamente el experimento salió mal y ambos pilotos (Stroll y Vettel) quedaron eliminados, junto a Schumacher, Zhou y la sorpresa: George Russell. El inglés no hizo este experimento, pero tuvo un problema con el auto y no pudo rendir como se esperaba.
La furia de Verstappen
En la tercera y última sesión, Verstappen salió primero otra vez con llantas suaves, algo que le costó muy caro al final. Charles Leclerc demostró que tiene más capacidad de decisión que su jefe de estrategia y a último minuto también pidió llantas suaves. Mercedes-AMG también las puso, confiando en que el monegasco tendría razón. Parece que casi nadie acertó, ya que Verstappen hizo un mal tiempo y tuvo que seguir intentando. En cambio, Hamilton hizo una mejor vuelta parando el cronómetro en 1:51.019 y desbancó momentáneamente a Leclerc.
Faltando solo 2 minutos, Leclerc quería poner llantas intermedias, pero no le daba tiempo para salir a intentarlo de nuevo. Aunque estaba en la cabeza del grupo, veía con preocupación que Verstappen estaba mejorando su ritmo y que pronto lo desplazaría de su pole. Así que Leclerc aseguró el primer lugar con un tiempo de 1:49.412 y parecía que Verstappen venía como un torpedo a quedarse con el primer lugar. Sin embargo, el equipo lo llamó de urgencia y lo obligó a entrar en pits. Esto desató la ira del holandés y en medio de improperios se quejaba, ya que se vio relegado a largar desde la octava casilla. La razón es que dio demasiadas vueltas y ya no tenía el combustible necesario para cumplir con las reglas. Si no lo hacía, estaría condenado a salir de último. Al final, la clasificación del Gran Premio de Singapur dejó a Charles Leclerc con la pole, seguido por Sergio Pérez y Lewis Hamilton.