Hora de la segunda válida de fórmula 1 en el GP de Arabia Saudita con Checo Pérez arrancando primero, y vaya que tuvimos emoción, al menos en la primera mitad. En parte porque los jugadores de media tabla este año están más cerca en desempeño, y porque teníamos al campeón Verstappen y el retador Leclerc partiendo desde la quinceava y doceava casilla, respectivamente. Y en las rápidas curvas y muros de Jeddah, no hay ningún margen para el error.
Estrategias de todo tipo, una defensa magistral de Checo Pérez, una sólida carrera de Alonso y los Mercedes y un Verstappen que creció y creció pero no le alcanzó nos regalaron una carrera para recordar. Al final fue Checo el que se quedó con la victoria desde la pole, pero nadie se la puso fácil, ni siquiera su compañero.
Checo contra el mundo
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— Formula 1 (@F1) March 19, 2023
Hay que decir que hubo acción por doquier en el GP de Arabia Saudita: Fernando Alonso madrugó a Checo Pérez en el arranque y lo rebasó en la primera curva, pero el Red Bull no se quedó de brazos cruzados y se lanzó de inmediato para rebasar al asturiano. El problema para Alonso es que tuvo una penalización de 5 segundos por alinearse mal en la grilla.
Leclerc y Verstappen comenzaron su marcha hacia el frente avanzando lento pero seguro. Ambos McLaren tuvieron un arranque de pesadilla, deteniéndose para cambiar sus alerones dañados. En la vuelta cuatro Pérez aprovechó que los Red Bull son intocables y retomó la punta sin despeinarse. Eso sí, Alonso no se le despegó a Checo y se alejó del tercero, donde las cosas pintaban muy interesantes.
Stroll en el otro Aston Martin rebasó en la curva peraltada a Sainz y rápidamente puso su mira en Russell. Ocon, Hamilton, Gasly y Leclerc se enfrascaron en una interesante lucha del sexto puesto para abajo, con Verstappen acercándose como un huracán. Y ahí llegamos a la primera y posiblemente única parada de la carrera.
Los Red Bull son intratables
Aunque muchos equipos pararon antes, el primero de los punteros en hacerlo fue Stroll, en una maniobra algo sorpresiva. Tanto que eventualmente perdió lugares y luego los frenos de su monoplaza se rindieron de forma inesperada, haciendo que el auto de seguridad saliera. Y ahí empieza otra carrera, porque Verstappen trepó hasta la cuarta casilla y haría del rearranque algo interesante.
Alonso que sirvió su penalización se aferró al segundo y atacó a Pérez, quien de nuevo demostró por qué le dicen ministro de defensa, y esta vez fue en contra de su compañero. Porque cumpliéndose la vuelta 25, la pelea sería entre ambos Red Bull, que cambiaron mil veces de manos la vuelta más rápida de la carrera. Esa persecución de gato y ratón duró todo el resto de la carrera, mientras que las cosas en el resto de la grilla se calmaron. Hamilton no pudo rebasar a su compañero, los Ferrari quedaron en la nada y la última gran batalla fue Magnussen y Tsunoda por el último punto.
Al final Pérez se quedó con el GP de Arabia Saudita y hubiera sido el líder del campeonato, si no fuese porque Verstappen decidió presionar en la última vuelta y robarse el punto de vuelta rápida. ¿Envidia? ¿Instinto competitivo? Usted sea el juez. En noticias más alegres, el buen Fernando Alonso llegó a su podio número 100, aunque nos deja la sensación de que pudo pelear por segundo.