Contra todo pronóstico y lógica, el Gran Premio del Caribe que se correría en Barranquilla, parece estar más cerca de lo que pensábamos para Colombia. El alcalde de la ciudad, Jaime Pumarejo, apareció en una entrevista con Blu Radio diciendo que las negociaciones iban por buen camino con la FIA y Fórmula 1. Aunque el contrato no se ha firmado, las visitas de los funcionarios de la FIA están dando esperanzas para que sea una realidad (algún día). Según las estimaciones y si todo sigue a este paso, en el 2024 o 2025 se podría hacer la carrera. Sin embargo, aún hay detalles por concretar, números por hacer y burocracia por resolver.
La última vez que este tema estuvo sobre la mesa, el presidente Gustavo Petro descartó de plano que se fuera realizar. En su momento utilizó el argumento de la conciencia social, pero en estos días ha quedado claro que el gobierno nacional no puede apoyar una inversión de ese calibre. Aun así, el alcalde de Barranquilla siguió adelante con los trámites y anunció que, cuando se firme el contrato, será un convenio a 10 años. Aunque no lo crea, este contrato se firmaría en cuestión de semanas.
Las opciones exploradas
Según Pumarejo, los funcionarios de la FIA ya han visitado la ciudad y se han llevado buenas impresiones por la infraestructura. Hasta el momento, hay 2 posibles trazados sobre la mesa, uno de ellos con el río Magdalena como protagonista y ambos atravesarían el centro de la ciudad. Esto significa que el trazado será enteramente callejero, aunque el alcalde asegure que será “semiurbano”. La razón de que diga eso es que parte del trazado pasaría por parques que no estén en uso, pero en ningún momento pasaría por un circuito permanente. Ese detalle es lo mínimo necesario para que se considere como circuito semiurbano.
Otro detalle que destacan es que será una carrera diferente a lo convencional, ya que la naturaleza estará como protagonista, lo que sea que signifique eso. Además, se afirma que sería un evento autosostenible, en el que toda la inversión se podría recuperar. De ser así, la alcaldía ya no necesitaría del apoyo del gobierno nacional para hacerlo. En cambio, el dinero saldrá de la valorización y de la plusvalía de los terrenos de la zona. Viéndolo de esta forma, los más afectados con esta propuesta son los dueños de los predios en el sector, a quienes se les van a subir los impuestos para costear el capricho.
Soñando alto
Por si no fuera suficiente fantasía, el alcalde Pumarejo estimó que el Gran Premio del Caribe tendrá una afluencia de 120.000 personas al día; lo que serían unas 360.000 personas en todo el fin de semana y de las cuales unas 100.000 serán extranjeras. En contraste, para el Carnaval de Barranquilla se prepara a la ciudad para una afluencia estimada de 1.8 millones de visitantes. Aun así, los cálculos dicen que este evento generaría 2.5 veces más ingresos que lo que hace Corferias en todo un año. Una estimación muy positivista.
Por un momento seamos positivos y digamos que el Gran Premio del Caribe tiene futuro, las estimaciones en cuanto a costos y ganancias parecen un poco fantasiosas. Además, los dueños de los predios circundantes van a sentir como una extorsión la valorización que les van a imponer. Como buenos petrolheads esperamos que esta idea llegue a buen puerto; si ocurre estaremos en primera fila para reportarlo. Sin embargo, no podemos evitar ser escépticos ante un proyecto tan ambicioso, más aun conociendo el historial de nuestro hermoso país en materia de megaproyectos.