En una carrera de infarto, Sergio Pérez se quedó con un complicado Gran Premio de Singapur. El “ministro de defensa mexicano” ganó la carrera desde la largada y mantuvo su liderato con tenacidad y talento. Nadie se había ganado con tanta justicia el título de piloto del día como lo acaba de hacer Pérez. En segundo lugar llegó un frustrado Charles Leclerc, ya que perdió su puesto por un mal arranque en piso mojado. En tercer puesto llegó Carlos Sainz Jr., quien sin pena de gloria mantuvo su nivel sin sorpresas. No podemos decir lo mismo del resto de pilotos, a quienes un circuito tan desafiante como Marina Bay y un piso mojado los llevaron a cometer un sinfín de errores. Lea hasta el final, le aseguro que vale la pena.
Una lluvia inclemente
Si hay algo que caracterizó el Gran Premio de Singapur fue un piso casi imposible de secar. La carrera se retrasó una hora esperando que la lluvia amainara. Hay que destacar que la dirección de carrera tomó las decisiones correctas, no como en otra carrera inmencionable. Sin embargo, a pesar de que la lluvia cesó, la superficie de la pista casi no se secó del todo. Por eso, Sergio Pérez hizo una arrancada casi perfecta al iniciar la carrera, superando a Charles Leclerc antes de la primera curva. Carlos Sainz hizo lo mismo, superando a Hamilton casi al instante. Este piso no dejó que Verstappen hiciera de las suyas, ya que perdió 4 puestos en la largada y nunca pudo recuperarse.
Hay que recordar que, según las reglas de la FIA, no se puede usar el DRS con el piso mojado. Debido a eso en la primera mitad de la carrera no hubo muchos sobrepasos. Hamilton empezó con la lista de problemas, ya que en la tercera vuelta se quejaba por el agarre de las llantas. Luego, Alex Albon hizo un trompo que terminó sin consecuencias. Esto le infundió temor a los pilotos y a los equipos sobre poner llantas lisas después de usar las intermedias durante 22 vueltas. El primero en hacerlo fue George Russell, a quien le salió mal la jugada.
Las víctimas del piso
El primer retiro del Gran Premio de Singapur fue el de Guanyu Zhou y Nicholas Latifi. Ambos pilotos tuvieron un toque en la vuelta 7 y terminaron con el auto dañado. Luego, Fernando Alonso abandonó la carrera por problemas en el motor en la vuelta 21, lo que causó un auto de seguridad y ahí fue cuando Russell cambió las llantas. Ya que el inglés era el que se estaba moviendo de últimas, lo usaron como conejillo de indias. Saltamos a la vuelta 26, cuando Alex Albon tuvo un accidente de frente, lo que rompió su alerón y también causó su retiro. En ese momento salió el segundo auto de seguridad, pero nadie quiso cambiar las llantas intermedias.
Apenas en la vuelta 28, Esteban Ocon abandonó la carrera después de que su motor explotara como una granada. Salió el tercer auto de seguridad y aun nadie quería cambiar las llantas. Sin embargo, Hamilton tuvo un accidente frontal en la vuelta 33, logró llevar su auto a pits y paró para cambiar la trompa. Para sorpresa de todo el mundo, también cambió las llantas por unas lisas medias. Durante el cuarto auto de seguridad, todos los equipos por fin se decidieron a poner las llantas de piso seco. En este momento también se decidió terminar la carrera por tiempo, ya que no se podían permitir más retrasos pasadas 37 vueltas.
Se acaba el tiempo
Al Gran Premio de Singapur le quedaba media hora de vida y ya era una carrera diferente. Sergio Pérez estaba defendiendo con su vida el primer puesto ante un Charles Leclerc sediento de victoria. Sin embargo, había otro detalle que le agregaba sazón a la carrera. Pérez estaba impaciente por ir más rápido y se acercó demasiado al cuarto auto de seguridad. En ese momento, quizá haya pasado al auto, lo que está rotundamente prohibido. Los comisarios no quisieron investigarlo en el momento, así que no se sabía si tendría una penalización de 5 segundos. Ahora, el mexicano no solo tendría que defenderse ante el monegasco, sino que tendría que hacer una distancia de al menos 5 segundos para asegurar el triunfo.
Faltando 26 minutos para acabar la carrera, Leclerc aprovechó que habilitaron el DRS para atacar con todo a Pérez. Sin embargo, no por nada lo llaman el ministro de defensa mexicano. Sergio se defendió con uñas y dientes, conteniendo el ataque de un furioso Cavallino Rampante. Así transcurrió ese duelo por casi 20 minutos llenos de tensión, hasta que el Ferrari de Leclerc empezó a perder ritmo y Pérez logró terminar la carrera con una diferencia de 7 segundos y medio. Los comisarios esperaron media hora después de la premiación para confirmar la victoria de Sergio Pérez en el Gran Premio de Singapur sin sanciones. Ah, por cierto, detrás de Carlos Sainz Jr. llegaron Lando Norris, Daniel Ricciardo, Lance Stroll, Max Verstappen y Sebastian Vettel.