Hoy es un día para olvidar en la Fórmula 1. El Gran Premio en Bélgica de F1 no solo no se corrió, sino que fue un desperdicio de tiempo para todos los que estuvimos esperando. Esta espera fue cortesía del comisario principal Michael Masi, quien tomó todas las medidas para alargar la espera lo más posible. Suponemos que estaba esperando un milagro, pues el clima no tenía pinta de mejorar en ningún momento y la lluvia nunca paró. Aun así, se desperdiciaron casi 4 horas de espera, doblando las reglas lo más posible para que fuera legal. Al menos Russel completó su Gran Premio número 30 con un podio absolutamente improbable.
Desde el principio se sabía que el Gran Premio de Bélgica de F1 estaría cubierto por la mala suerte. En la vuelta de formación, Sergio Pérez tuvo un accidente por el agua en la pista. El daño fue tan grave que se le dio por retirado. Luego hicieron la vuelta de formación, se organizaron detrás del auto de seguridad e hicieron un par de vueltas. Al darse cuenta de que el piso estaba demasiado mojado decidieron detenerse y esperar mientras la lluvia se calmaba.
Un cielo tapado
Mientras eso pasaba, los mecánicos de Red Bull trabajaron a doble tiempo para reparar el auto. Sin embargo, lo lograron, hasta les sobró tiempo para jugar cartas, tomar chocolate y congelarse bajo la lluvia. Los organizadores enviaron el auto médico para evaluar el estado de la pista varias veces y cuando lo vimos patinar en los giros sabíamos que no se iba a correr el Gran Premio.
Después de 3 horas y 17 minutos de espera, los comisarios decidieron reiniciar la carrera. Iban a hacer una partida lanzada con una carrera de solo una hora e iban a hacer varias vueltas detrás del auto de seguridad para secar la pista. Sin embargo, la visibilidad era pésima, el spray de los neumáticos no dejaba ver a los pilotos de atrás y el peligro de un accidente grave era altísimo. Después de solo 2 vueltas pusieron la bandera roja y esta vez sería definitivo.
Una decisión entendible, pero muy tarde
¿Por qué no correr la carrera si las medidas de seguridad son mejores que las de años atrás? Porque Spa-Francorchamps es un circuito que merece respeto. Su curva más famosa es Eau Rouge y tiene ese nombre por el agua roja que aparece cerca de ahí por el alto contenido de hierro del lugar. Sin embargo, entre los pilotos se dice que se llama así por la sangre que se ha derramado en ese giro. Solo hace falta recordar a Antoine Hubert, piloto de la Fórmula 2 que murió en esa curva en el 2019. Para ese entonces ya existía el Halo y las medidas de seguridad eran similares a las actuales. Esa curva, más la lluvia, más la velocidad de los monoplaza de F1 es igual a una receta para el desastre. O solo veamos lo que pasó en la W Series este mismo fin de semana.
Hubiéramos entendido que cancelaran la carrera, pero debieron hacerlo mucho antes. El resultado de este Gran Premio de Bélgica de F1 es una victoria vacía para Max Verstappen, un insólito segundo lugar para George Russel y un tercer puesto para Lewis Hamilton. A cada uno se le dio la mitad de los puntos correspondientes, así que no todo se perdió. En medio de tantas nubes negras, a Russel le sonrió la buena suerte, ya que su vuelta rápida se debió al accidente de Lando Norris en la clasificación del sábado.