A propósito de la posible alianza entre Honda y Nissan, que terminaría con ambas marcas uniéndose en una sola (quizá con Mitsubishi) nos hizo pensar en algo concreto. ¿Cuántas veces Nissan se ha unido con otras marcas? Sabemos que algunos de nuestros lectores conocen la historia, pero aun así decidimos escarbar el baúl para analizar los orígenes de Nissan.
En pocas palabras, Nissan no es ajena a las uniones o fusiones con otras marcas, de hecho son parte íntegra de su historia. Sin ellos no tendríamos a la Nissan que conocemos hoy, sea con este nombre, Datsun, DAT o hasta Kaishinsha. Sí, esos fueron nombres importantes en la larga historia de Nissan antes de conformarse en lo que es hoy.
Sin más preámbulo y, a puertas de otra fusión, repasemos la historia de Nissan y sus diferentes fusiones con otras marcas, tanto en la misma Japón como en todo el mundo.
Orígenes múltiples
¿Por dónde iniciar? La historia de Nissan tiene varios ires y venires, Podemos ubicar sus orígenes en dos momentos: en 1910 cronológicamente se da el primero, con el establecimiento de la compañía metalúrgica Tobata Casting. Casi en paralelo nace la compañía automotriz Kwaishinsha (en 1911), que lanza su primer auto en 1914, el DAT, por las tres primeras letras de los inversores de su compañía (Den, Aoyama y Takeuchi).
En paralelo emergía una tercera compañía, Jitsuyo Jidosha, división de Kubota (fabricante de maquinaria pesada) con el ingeniero William R. Gorham a cargo de muchas invenciones. Jitsuyo y Kaishinsha se unirían a mediados de 1926, formando DAT Jidosha que, en pocas palabras, es el origen de Datsun.
Para complicar aún más las cosas sobre esta historia de origen, existe la empresa Nihon Sangyo. Una megacompañía especializada en construcción, bienes raíces, metalurgia, minería y producción de piezas automotrices. Una de las empresas bajo el monopolio de Nihon Sangyo (Ni-San, abreviado) era Tobata Casting.
La primera unión definitiva
Si se siente perdido, no tema que aquí todo cobra sentido. DAT y Tobata entran en una alianza hacia 1931, estableciendo formalmente Datsun Motors, fortaleciendo la producción de vehículos ligeros y camiones de carga. Nihon finalmente tomaría control de toda esta operación y, luego de tres uniones distintas, nacería lo que hoy conocemos como Nissan Motor Company.
Marca que, con las líneas de producción de Datsun y Tobata, al igual que los conocimientos de Gorham, creció incluso durante la Segunda Guerra Mundial. Como ve, las uniones son parte intrínseca de la historia de Nissan, al grado que sin tantas uniones la marca ni existiría. Sin embargo, no se preocupe que este es sólo el inicio.
Heredando la línea Skyline
Durante los años cincuenta, Nissan y Datsun coexistieron como marcas relativamente independientes. Es más, Datsun fue la primera en incursionar en Norteamérica, gracias a la influencia del ingeniero estadounidense William Gorham. A notar de esta era de Nissan es su alianza con Austin Motors en Inglaterra, para producir vehículos bajo licencia.
Si creyó que era el fin de las uniones, está equivocado. Aquí entra Prince, marca que inicia en 1946 y de hecho es responsable del primer eléctrico de Nissan. Originalmente llamada Tachikawa y luego Tama, el nombre Prince nace en 1954 a raíz de la fusión entre Fuji (motorista) y Tama, especializándose en autos de lujo.
Prince es la creadora del linaje del Skyline y, en 1966, Nissan la absorbe por completo, incluyendo sus modelos (como el Gloria o la van Homy).
Alianza francesa y la actualidad
Saltamos a la era moderna, con los nombres Prince y Datsun descontinuados para dar paso a una sola unidad cohesiva: Nissan. Recordará que la división automotriz era apenas una fracción de Nissan y con el colapso de la economía japonesa en los años noventa, la marca entró en crisis. Curioso, ya que esta es la era más gloriosa de Nissan para muchos.
Con la inestabilidad de la economía japonesa, Nissan encontró un salvador en Renault. La casa francesa aceptó un 40% de Nissan y conformó la alianza Renault-Nissan, con el controversial Carlos Ghosn al mando, quien al final logró la estabilidad que buscaba la marca. Si bien técnicamente no una fusión, la alianza de ambas marcas las llevó a compartir plataformas, motores y tecnología.
Así saltamos a 2024, con Nissan como el eslabón más débil de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi. Una crisis similar a la de los años noventa los tiene en una posición bastante familiar. Parece que Nissan está destinada a forjar otra unión si quiere llegar a su centenario y si Honda es ese benefactor que mantenga su linaje, bienvenido sea.
Además, con cada unión, Nissan vivió un renacimiento con vehículos recordados por muchos, sea con Prince, Datsun o Renault. Ahora lo sabe, la historia de Nissan no es ajena a las uniones, por el contrario parece casi atada a la idea de “en la unión está la fuerza”.
