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A veces la ambición se apodera de algunas marcas, con ideas como la de incorporar un motor enorme en el auto más petit de la línea. Esta es la historia del BMW Z3 V12, así es, ese pequeño roadster con uno de los motores más grandes, el cual la marca alemana consideró como una «completa exageración», pero eso no lo hace menos genial ni su historia menos digna de contar.

Esta locura nació como objetivo de una colaboración entre BMW y la revista alemana Auto Zeitung. Así nació el Z3 con motor V12 en 1999. Desde que se reveló por primera vez en 2012, este roadster ha sido bastante esquivo ante las cámaras.

¡Está vivo! Un corazón nuevo

Hace poco más de dos décadas los ingenieros de M lograron meter doce cilindros bajo el capó de un pequeño deportivo que normalmente tenía seis o incluso cuatro cilindros. Convirtiéndolo en una monstruosa unidad de 5,4 litros conocida internamente como el «M73». El motor incorporado era un V12 que se podía encontrar en otros autos, como el Serie 7 E38, el Serie 8 E31 y el Rolls-Royce Seraph.

Los 326 caballos de potencia y los 490 Nm de torque que entregaba se enviaban al eje trasero a través de una transmisión de cambios manual de seis velocidades del 850Ci. Podrán imaginarse lo alegre que se ponía nuestro amigo en las curvas, sin duda sería un espectáculo ver a ese jueguetito derrapar.

Los datos de desempeño de este auto fueron dados en su momento por Auto Zeitung, quienes aseguraban que el Z3 con motor V12 hacía de 0 a 100 km/h en 5,5 segundos y alcanzaba una velocidad máxima de 263 km/h. Además su peso rondaba los 1.400 kilogramos.

A modo de comparación, el BMW Z3 M en 1997 producía unos equiparables 317 hp, aunque un torque considerablemente menor de 350 Nm. Su peso era relativamente similar, aunque con mejor distribución en comparación al Z3 V12.

El talón de Aquiles del Z3

Aunque todo era una maravilla y todas las mejoras de desempeño apuntaban que sería una pequeña bestia, la distribución del peso se vio considerablemente afectada por el trasplante del motor, haciendo que el Z3 fuera muy pesado en la parte delantera. El V12 pesaba unos 90 kg más que el habitual motor de seis cilindros en línea presente en un Z3 estándar.

Y aunque antes haya dicho que sería un espectáculo verlo derrapar, dudo que en la cabina fuera más emocionante que angustiante. De manera predecible, un motor más robusto y pesado afecta la capacidad de maniobrar. Quienes lo probaron señalaban que era una auto difícil de controlar.

El compartimiento del motor no estaba diseñado para acomodar un enorme V12, lo que también causó problemas de refrigeración. Se decía que se calentaba demasiado después de conducirlo durante un tiempo y tenía que ser enfriado ocasionalmente.

No todo lo bueno viene en paquetes pequeños, pues suelen traer unos cuantos problemas. Pero a ver, no vamos a negar aquí que un motor delantero enorme en un auto tan pequeño era la fórmula para el desastre. Un proyecto muy fantasioso que por obvias razones no salió ni siquiera a producción. Sin embargo fue toda una hazaña para la marca y un banco de pruebas para modelos deportivos de BMW.

Valeria Alonso
Más conocida como "@valalonsos": una romántica por los autos y periodista de profesión. Comunicadora e influencer, ¿qué más puedo decir? seguramente al igual que usted, mi corazón bombea gasolina.

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