En FUEL solemos hacernos preguntas raras como «¿qué tipo de motos manejarían los protagonistas de Peaky Blinders si existieran hoy?» Casualmente el KSR Group nos contestó la interrogante presentando una bestia construida con rebeldía inglesa. Hablamos de la Brixton Cromwell 1200 X, una scrambler que mezcla perfectamente la elegancia de un caballero con la actitud de un pandillero. Esta moto es para quien no se siente satisfecho con una Royal Enfield Continental GT 650, así que estamos hablando de temas mayores.
Peligrosamente con clase
Solo hay que verla en detalle y notará que la Brixton Cromwell 1200 X no es para todo el mundo. Sin irse hacia el área de las deportivas, esta moto tiene una apariencia extrema con la capacidad de salirse de la carretera sin mucho esfuerzo. Es una motocicleta tipo scrambler en toda regla sin desprestigiar el trabajo de Ducati, solo que esta creación vuelve a las raíces de tomar una naked con geometría deportiva y ponerle llantas para tierra.
¿Qué tan deportiva puede ser? Pues como su nombre lo indica, la Brixton Cromwell 1200 X cuenta con un motor grande. Se trata de un bicilíndrico en línea de 1222 cc con 4 válvulas por cilindro que entrega 81 HP y 103 Nm de torque. Solo con eso ya podemos intuir que esta moto no busca velocidades altas, sino aceleraciones contundentes y ponerle un par de sustos a su piloto. Sin embargo, al ser una moto neoclásica, cuenta con elementos indispensables como encendido electrónico e inyección de combustible. Además, su caja manual de 6 marchas le alcanza para rozar los 198 km/h, por lo que la velocidad punta no es su fuerte si la comparamos con otras motos de cilindraje similar.
Combinación del pasado y del presente
Esta marca de motos con esencia inglesa es más tradicional en algunos elementos que otras casas motrices semejantes. Quizá por eso la Brixton Cromwell 1200 X pesa nada menos que 235 kg, una mole para lo que su construcción ofrece. Por eso necesita elementos como los frenos Nissin, que usan 2 discos perforados de 310 mm al frente y uno de 260 mm atrás. La suspensión también es especial, pues está firmada por KYB, con horquilla telescópica al frente y el viejo esquema de doble amortiguador en la parte trasera.
Sin embargo, recordemos que esta moto tiene vocación aventurera, así que se distingue de la Cromwell 1200 normal gracias a unas llantas preparadas para terrenos sueltos. Brixton instaló unos neumáticos mixtos Pirelli Scorpion Rally STR, unas gomas de tacos que le aumentan la rebeldía de su apariencia clásica. Además, la suspensión tiene un recorrido ligeramente superior para pasar por caminos en mal estado sin hacer tope en los amortiguadores. De nuevo, no es una todoterreno, pero es maniobrable en caminos con tierra suelta. Toda esta maquinaria elegantemente rebelde tiene un solo problema: no llega a Latinoamérica. Quien desee una tendrá que importarla de forma particular o conformarse con otra moto scrambler no tan violenta.