¿Se acuerda de Indian? Es esa marca que peleaba de tú a tú con Harley Davidson en épocas pasadas, pero que desapareció un tiempo. Hoy en día están haciendo un ruido importante en las carreras de motos y la mejor forma de presumirlo es con la Indian FTR x RSD Super Hooligan. Ese nombre tan peculiar está cargado de significados y habla por sí solo de lo radical que puede ser esta moto.
Empecemos por partes. FTR es la línea de motos naked de carácter deportivo de Indian; es justo ese segmento al que Harley-Davidson teme incursionar hoy en día. RSD son las siglas de Roland Sands Design, el equipo de motociclismo que usa la FTR para competir en el campeonato Super Hooligan y que también patrocina la categoría. Para ser sinceros, esta serie de carreras parece hecha a la medida de Indian y deja que otras marcas como KTM y Ducati participen en ella. Aun así, han puesto mucho esfuerzo en dominar en su propia casa. Para celebrarlo crearon esta moto con una apariencia casi idéntica a su hermana de competencia y con unos detalles técnicos picantes.
El vándalo sobre ruedas
Si vemos la ficha técnica en detalle, podrá notar que la Indian FTR x RSD Super Hooligan no difiere mucho de una FRT normal, ni en sus dimensiones ni en su rendimiento. Sin embargo, ya dispone de una mecánica envidiable para su segmento. Veamos por ejemplo el motor V-Twin de 1203 c.c. que entrega 120 HP y 118 Nm de torque y que trabaja con una transmisión de 6 marchas.
Lo que si cambia es la suspensión, que, si bien no varía su geometría, reemplaza el sistema de ZF por uno Öhlins totalmente ajustable con 120 mm de recorrido en cada eje. En esta versión los frenos también son firmados por Brembo y las llantas son unas Metzeler Sportec M9 RR. Lo que si cambia es el peso, que sube de 233 a 237 Kg en esta edición especial, pero es por una buena razón.
Mismo hardware, pero con un software mejorado
Lo que más diferencia a la Indian FTR x RSD Super Hooligan es su tecnología. Quizá por eso esta versión es más pesada que la normal por 4 kilos (237 kg). Para justificarlo, cuenta con una pantalla táctil de 4 pulgadas para el tablero, que cuenta con conectividad con el teléfono, GPS e información de todo tipo. Además, se conecta con el computador de la moto para seleccionar modos de manejo, el control crucero, de tracción y de estabilidad. A eso súmele el control anti-wheelie, así que toda esa tecnología adicional tiene que afectar el peso final con la adición de tantos componentes.
La cereza del pastel es el aspecto de esta Indian FTR x RSD Super Hooligan. Los colores rojo y amarillo son los más predominantes, además de las gráficas en la pequeña cúpula y parte trasera con números de carrera. Sumado con las barras de la suspensión doradas, esta FTR tiene una apariencia radical, algo sorprendente si tenemos en cuenta que viene de una familia de motos de viaje. De hecho, es una streetfighter en toda regla, mezclando la arquitectura de una cruiser con la geometría de una deportiva. A eso nos referimos al decir que están haciendo un ruido importante.