Sin duda una de las motocicletas más emblemáticas de la historia es la Suzuki Hayabusa. No solo por sus prestaciones o su récord de velocidad, sino por la mitología y misticismo que la envolvió, desde la guerra de la velocidad entre las marcas de motocicletas, pasando por una misteriosa carta del gobierno japonés para terminar esa guerra, y el limitador de velocidad que tal vez ni es real. El punto es que la Suzuki Hayabusa cumplió 25 años de existencia, y así lo quiso celebrar la marca.
También conocida como GSX1300RR, la Suzuki Hayabusa fue creada en 1998 casi como una respuesta directa a la Honda CBR1100XX. De hecho, nadie esperaba que Suzuki se subiera al ruedo de esas “guerras de velocidad” en dos ruedas de forma tan impactante, al ser la primera en proclamar una velocidad máxima de 300 a 312 km/h. Mención de honor a su motor de 4 cilindros y 1.3 litros que de alguna manera cabe bajo el carenado y que es un ícono para engine swaps y hasta en el mundo del automovilismo, cortesía de Radical.
Bodas de plata con mucho oro
Esta es la tercera generación de la Suzuki Hayabusa, revelada en 2021 con la misma fórmula que la hizo famosa, y en ese sentido esta edición por sus 25 años no cambia mucho. Es decir, su motor 1.3 que eroga 190 hp y 150 Nm de torque permanece intacto, al igual que su suspensión telescópica, frenos Brembo y velocidad máxima limitada a 299 km/h.
La celebración es meramente estética, empezando con su combinación de colores anaranjado llamarada y negro brillante. Suzuki nos dice que esa es la combinación de colores más popular entre quienes adquieren una Hayabusa. No puede faltar el símbolo (kanji) 隼 que traduce a halcón peregrino en japonés, o hayabusa. Símbolo que también adorna una placa especial de 25 aniversario sobre el tanque de gasolina y los escapes.
Los detalles finales son acentos de color dorado en la cadena y los rotores de los frenos, como para darle algo de clase a esta Hayabusa. No podemos exigir un incremento en poder porque la misma existencia de la Hayabusa trajo esos limitantes al mundo de las motocicletas, particularmente en términos de velocidad pura. Pero es un gusto que aún exista y perpetúe esa leyenda tras su nombre, que es quizá uno de los más reconocibles en el mundo de las dos ruedas a la par de la Kawasaki Ninja.