La división de alto rendimiento de Mercedes-Benz no ha terminado su celebración y están llevando las cosas al nivel de la película Proyecto X. Este es el caso del Mercedes-AMG GT3 Edition 55, un auto de carreras que alcanza nuevos niveles de desempeño. De hecho, es tan extremo que ya no clasifica para competir en ninguna categoría de carreras, tal cual le pasó al Pagani Huayra R y al Zonda R. Así es como se debe celebrar el aniversario de AMG.
Desempeño desmedido
Los ingenieros en Affalterbach sí que saben celebrar, aunque hacer un auto ilegal para la calle y para las carreras sí es llevarlo al extremo. Eso es lo que pasó con el Mercedes-AMG GT3 Edition 55, ya que está construido sobre el Mercedes-AMG GT3 que compite en la categoría GT del World Challenge Europe. La cosa es que los de AMG se tomaron ciertas libertades y le aumentaron la potencia, así que ya solo sirve como juguete para pista. ¡Y vaya juguete!
Para empezar, el motor V8 de 6,3 litros ahora entrega unos 650 HP. Sí, al compararlo con los hiperautos que se han estado presentando últimamente parece muy poco. Sin embargo, esos son 100 HP más que lo permitido por la FIA para sus autos GT3. Lo que no anuncian es el torque, pero deben ser mucho más de los 650 Nm de torque que utiliza la versión de carreras normal. Adicionalmente, el escape de Inconel ya no tiene silenciador, permitiendo que el motor respire libremente, aunque ya incumple las normas de ruido.
Aspecto deportivo para ningún deporte
Para llamar la atención no solo basta hacer ruido, también hay que lucir bien. Por eso, el Mercedes-AMG GT3 Edition 55 viene con la insignia de su celebración por todas partes. El color base es el conocido gris manufaktur, un color muy típico de AMG. Sobre esta base van varios gráficos en color rojo y el escudo de AMG gigante en las puertas. En el interior también hay detalles únicos, como en el asiento de fibra de carbono, donde hay una placa especial que muestra que se trata de una edición especial. También tiene el logo de los 55 años bordado en el espaldar.
En el interior también se encuentra una unidad de visualización de datos de Bosch DDU11 personalizada con una pantalla de alta resolución. Este juguete se completa con una cubierta para el auto, un reloj IWC Schaffhausen y una caja de titanio, todo personalizado para esta celebración. De este monstruo sin hogar se harán solo 5 unidades y se venderán por solo 625.000 euros. Más o menos lo que queda en la billetera después de salir a hacer las compras semanales.