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Ariel es una marca que casi parece como un niño de 8 o 10 años. No porque sean jóvenes, sino porque siempre quieren llamar la atención y codearse con los “grandes de la mesa”, como Porsche o Ferrari. La forma en la que lo hacen es creando biplazas que apenas clasifican como autos legales para la calle, y esta es su más reciente creación. Es el Ariel Atom 4R, o la forma más absurda de emplear el motor de un Honda Civic Type R en el equivalente de un kart sobredimensionado.

Hubo una época en la que colocar un V8 en el pequeño Ariel Atom era la cosa más demencial posible. ¿Ese diminuto biplaza con un V8? Todo un monstruo en la pista que destruía a vehículos del doble o triple de su tamaño, y lo gracioso es que lo hicieron. El Ariel Atom 4R se ríe de ese V8, ya que su motor de Civic Type R se acerca peligrosamente a la locura del V8, y ciertamente es de los Ariel Atom más radicales en su historia.

El kart británico con poder japonés

Perfeccionando la receta del Ariel Atom 4 (así, sin la R), que también usa el motor del Honda Civic Type R, Ariel logra extraer 80 caballos de potencia más de ese propulsor. Es decir, esa unidad 2 litros turbo va de 321 a 400 equinos, gracias a un intercooler revisado que se ubica en los pontones a cada costado del Atom, cual monoplaza de F1. Su torque también aumenta de 420 a 500 Nm, emparejado con una transmisión secuencial de 6 marchas que puede bajar 5 marchas en menos de un segundo.

La apariencia del Ariel Atom no varió mucho, con ese chasis expuesto y faros simples. Lo que Ariel agrega para que luzca como un superkart (categoría que sí existe y no es un invento) es un kit aerodinámico. Alerón frontal y trasero y una toma de aire sobre la “cabina” que en realidad es la cabeza del piloto para que parezca un auto de carreras y no uno de calle. Olvídese de las regulaciones en F1, que todos compitan en uno de estos a ver quién es verdaderamente más rápido.

Tan visceral para conducir que lo demás no importa

Este es de los pocos vehículos cuyo interior no importa, así que nos lo vamos a saltar. Sepa que tiene un volante, asientos tipo cubo y la sombrilla ni el casco vienen incluidos. Ariel ajusta sutilmente la geometría de la suspensión pushrod Öhlins y añade frenos de disco en carbono-cerámica de AP Racing. Además de ser más ligeros (como los rines), ayudan a detener este biplaza que con suerte supera los 600 kg.

Figuras: el Ariel Atom 4R completa el 0 a 100 km/h en 2.7 segundos, más rápido de lo que jamás soñó un Honda Civic Type R. Aunque el tema no es la aceleración de 0 a 100 km/h, sino la velocidad que puede llevar en las curvas y su ligereza a la hora de salir de ellas. Uno de estos Atom fácilmente destruye en un circuito técnico a un auto mucho más poderoso, menos en las rectas porque su velocidad máxima es de 265 km/h. 

Parece que Ariel seguirá construyendo sus karts glorificados hasta el final de los tiempos, y ni la transición eléctrica parece asustarlos o motivarlos a explorar otros caminos

Andrés Suárez
Cine🎬/Fotografía📸/Autos🚗. A veces hablo locuras sobre carros en Fuel Car Magazine.

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