Cuando se trata de velocidad pura, no siempre el Chevrolet Corvette es el rey. Y ello es simplemente porque los ingenieros del Corbatín, desde Zora Arkus-Duntov hasta Tadge Juechter, se enfocaron en hacer una máquina precisa, veloz en curvas y divertida de conducir. Por encima de todo, el Vette no era un muscle car para ir en línea recta, sino un deportivo para hacer frente a los europeos.
Es cierto que existe algún proyecto por ahí que llevó más rápido al Corvette, como el Callaway Sledgehammer que excedió los 408 km/h. En términos de producción oficial, de modelos hechos por Chevrolet sin modificaciones externas, el Corvette ZR1 es sin duda alguna el más rápido, aquel con la velocidad máxima más alta y con creces. Ninguno se le acerca y este es apenas el comienzo.
Excediendo (por primera vez) los 350 km/h
En una muestra de confianza en torno a las capacidades del ZR1, primer Vette en tener más de 1.000 hp, fue el mismo presidente de GM, Mark Reuss, quien estableció este récord.
Tuvo lugar en el Óvalo de alta velocidad de Papenberg, en Alemania. Allí Chevrolet llegó con un par de Corvette ZR1 y la única misión de comprobar cuál sería su velocidad máxima. La marca estimaba unos 350 km/h, pero la velocidad final los sorprendió.
Es agradable ver que Reuss, quien no tiene la experiencia de un piloto de pruebas, es quien alcanzó la velocidad récord. Demuestra que prácticamente cualquiera, con las condiciones y el espacio propicio, puede lograr lo mismo en este nuevo Corvette hypercar.
Llegando a donde ningún Vette ha llegado
La única modificación que tuvieron los dos ZR1 fue el uso del alerón más pequeño y opcional, el cual crea menos resistencia al aire y, por ende, es mejor para registros de velocidad máxima. Eso y un juego de Michelin Pilot Sport 4S, nada más.
Las primeras pruebas arrojaron una ya altísima velocidad de 370 km/h, así que Reuss y compañía hicieron pequeños ajustes y se lanzaron a la prueba definitiva. Al final, la velocidad máxima que alcanzó el Chevrolet Corvette ZR1 fue de 375 km/h, con creces la más alta de cualquier Vette de producción, con los más rápidos apenas rozando los 330 km/h.
Y sí, quizá este registro no es nada comparado con monstruos de Bugatti o Koenigsegg. Pero demuestra que el Corvette está en el escenario de los hypercars y no teme enfrentar a los Lamborghini, Ferrari, Porsche y Aston Martin del planeta. ¿Lo mejor? Reuss señala que el Vette se siente “increíblemente plantado” a tales velocidades y que es sólo el comienzo. Porque el Corvette Zora se asoma en el horizonte y Chevrolet por fin soltó el miedo y le quiere dar rienda suelta al Vette.
Ahora, el cielo es sólo el límite para el único deportivo americano que no tiene el sello Saleen o Hennessey.
