Las pérdidas en el mundo motor se viven a menudo, pero no todos los días vemos el rechazo a una de las obras maestras de la ingeniería. Uno de los autos más sublimes y potentes del mundo, el Koenigsegg Gemera equipado con un «Tiny Friendly Giant«, habría tenido una obra de arte como motor, pero a los clientes fanáticos del V8 no les convenció.
Inicialmente el Koenigsegg Gemera se ofrecería con dos opciones de tren motriz híbrido biturbo, uno con un V8 y otro con un motor de tres cilindros. Esta es la fantástica ingeniería de la marca sueca: un motor de tres cilindros capaz de entregar 600 caballos de potencia. Un Gemera con un motor tan pequeño habría sido sin duda una rareza en el mundo de los hiperdeportivos. Pero no sucederá, porque todos los clientes de Koenigsegg les pareció más cool tener ocho cilindros.
El pequeño tricilíndrico que habría equipado el Koenigsegg Gemera
Cuando decía que el Gemera es un auto sublime, no solo me refiero al diseño y al interior, sino también a su tecnología. Utilizando el sistema Freevalve de Koenigsegg (algo en lo que la marca trabajó durante más de una década), el turbo-triple no usa árboles de levas como un motor tradicional.
En su reemplazo, emplea elevadores electrohidráulicos-neumáticos controlados por ordenador para ejecutar las válvulas de admisión y escape del motor. Este sistema permite una sincronización de válvulas infinitamente variable, para ajustarse a un rendimiento y eficiencia absurdamente extrema.
El motor de tres cilindros biturbo de 2,0 litros del Gemera se encuentra en algún lugar en la línea borrosa entre la genialidad y la locura de Christian von Koenigsegg, con algunas de las tecnologías de motores de combustión interna más avanzadas jamás desarrolladas.
A pesar de su tamaño compacto y bajo número de cilindros, el motor “Tiny Friendly Giant” de Koenigsegg producía 600 caballos de potencia. Combinado con el motor eléctrico Dark Matter, el Gemera de tres cilindros entregaba 1.419 caballos de potencia y 1.849 Nm de torque, 200 caballos de fuerza más que el Bugatti Veyron Super Sport de 16 cilindros y cuatro turbos.
¿Cabe la remota posibilidad de que algún día el motor de tres cilindros de Koenigsegg vea la luz? Koenigsegg dijo “sigue siendo interesante y seguimos trabajando en él. Podríamos eventualmente hacerlo en el Gemera también, tal vez algún día en alguna versión”.
¿Por qué ahora el Koenigsegg Gemera sólo vendrá con un V8?
Christian von Koenigsegg reveló en un podcast que hubo tan pocas órdenes para el Gemera de tres cilindros que terminó convenciendo a los pocos que lo habían solicitado para que cambiaran la orden del motor. “En resumen, todos se cambiaron al V8,” dijo el fundador sueco.
Si estuviese en la posición de un comprador del Gemera, también habría sido mucho más tentador comprar la versión del V8 híbrido. Con un tren motriz biturbo de 5,0 litros, combinado también con el motor eléctrico de flujo radial “Dark Matter”, produce unos 2.300 caballos de potencia y 2.763 Nm de torque. Eso es casi 1.000 caballos más que los 1.400 hp combinados del Gemera de tres cilindros.
Claro, entiendo que es difícil rechazar 1.000 caballos de potencia adicionales. ¿Pero no son 1.400 más que suficientes? Las especificaciones de rendimiento no se encuentran muy lejos de las del V8, debido a que era significativamente más ligero. Más importante aún, el tres cilindros sin duda era mucho más interesante.
Hay que ser realistas, solo un grupo muy selecto de personas en el mundo tienen el dinero y la oportunidad de comprar un Koenigsegg. No vamos a dar una clase de economía aquí explicando cómo funciona la ley de la oferta y la demanda, sin embargo si podemos decir que es una lastima que esas mismas personas tuvieron la oportunidad de ordenar uno de los hypercars más únicos del mundo, y la desaprovecharon con todas las de la ley.