Esta sí es una sorpresa, si es buena o mala dependerá de su postura actual frente al automóvil. El gobierno de Etiopía ya adelanta una ley que prohíba la venta de cualquier vehículo nuevo con motor a combustión, no en 2035 como el resto del mundo, sino en 2024. No se preocupe si aún cree que es 2023, eso nos pasa a todos, pero lo que quiere hacer Etiopía es prohibir el motor a combustión con efecto inmediato.
Es una dualidad intrigante, porque la mitad de su población no tiene acceso a energía eléctrica. En contraste, casi toda la energía que utiliza el país proviene de métodos limpios y renovables, así que tiene todo el sentido que Etiopía decida dejar de importar autos con motor a combustión de forma definitiva. Es una apuesta arriesgada que puede darle forma, de manera positiva o negativa, a la economía de esta nación africana.
Apuesta total por la electricidad
Para entender la decisión hay que entender algo. Etiopía no tiene una industria petrolera propia. Ello quiere decir que todo el combustible fósil y vehículos que se venden allí son importados. Hyundai ensambla vehículos allí, entre ellos modelos con propulsión eléctrica como el Ioniq.
El Ministerio de Transporte presentó al gobierno etíope la propuesta de frenar ese gasto y dejar de importar al país vehículos con motores convencionales; cambiando de forma inmediata a proplusión 100% eléctrica. Todo auto nuevo, sea para el público, funcionarios oficiales o fuerzas militares, tendrá que ofrecer propulsión exclusivamente eléctrica de aprobarse esta iniciativa.
No es que Etiopía no tenga la infraestructura, porque en los últimos 15 años promovió el uso de energías alternativas y expandió la red de carga eléctrica. No deja de ser una iniciativa que generará división interna, descontento y mostrará las flaquezas de dicha red eléctrica en zonas remotas de menor desarrollo.
Un dato del ministro de transporte de Etiopía, Alemu Sime: solo en 2023 ese país gastó 6 mil millones de dólares importando combustible para sostener los vehículos con propulsión tradicional.
¿Decisión prematura o acertada?
En otras palabras, Etiopía no solo eliminará la importación de autos con motor a combustión, aquellos vehículos de su tipo que queden en el país estarán en serios problemas. Casi parece una imposición para que todo conductor abandone la combustión en favor de la electricidad, transición que parece demasiado repentina para aplicar de forma efectiva. Incluso en zonas desarrolladas como Europa, existe la resistencia a los vehículos eléctricos. Sin mencionar que la combustión permanecerá como una alternativa por al menos otra década.
Etiopía ya ofrece fuertes beneficios fiscales y descuentos que incentiven la compra de vehículos eléctricos. No obstante, esta transición requiere considerar una transición gradual de los combustibles fósiles a la energía limpia, considerando alternativas como hidrógeno o combustibles sintéticos. Y, de hacerse correctamente, impactará la economía de esa nación. Es casi una ruleta rusa: como puede ser una decisión brillante, también puede ser un craso error por parte del gobierno de aquella nación.
Por el momento es solo una propuesta que está en evaluación por parte del gobierno etíope pero, de concretarse, Etiopía será el primer país en todo el planeta en prohibir de forma definitiva el uso de vehículos con motor a combustión.