Cupra, la marca para las «generaciones nuevas» de Volkswagen, anunció un retraso en su esperada llegada a Estados Unidos. Lo que ellos vislumbraban como un paso audaz para la expansión global de la firma, ahora se pospone hasta después de 2030.
Así lo confirmó Sven Schuwirth, vicepresidente de ventas de la marca SEAT, quien además intentó calmar las aguas afirmando que no es un «stop» definitivo: «No nos detendremos, simplemente pospondremos la llegada de Cupra a Estados Unidos y seguiremos monitoreando la evolución del mercado en los próximos años para determinar el mejor momento y enfoque, en línea con la visión a largo plazo de la marca».
Se especula sobre la razón del aplazamiento
Aunque los detalles específicos sobre las razones del retraso no se han divulgado por completo, se especula con una revisión de la estrategia por parte Cupra tras las decisiones arancelarias del presidente Donald Trump.
La estrategia original incluía la llegada de una versión eléctrica del Formentor, además de una SUV más grande, igualmente eléctrica. También tenían planeado abrir 20 concesionarios con la ayuda de Penske; sin embargo, Volkswagen podría estar echándole cabeza de nuevo a los números, más aún teniendo en cuenta la volatilidad económica por la que pasa el país norteamericano.
Cupra no depende de Estados Unidos para ser rentable
Si bien no llegar a tiempo a un mercado tan grande e importante como puede ser el estadounidense, puede llegar a doler, Cupra no «se va a morir de hambre» si no entran allí.
La marca registró su mejor mitad de año a nivel económico, entregando un total de 167.600 unidades, representando un aumento del 33.4% a comparación del mismo periodo del año pasado. Curiosamente, Cupra está vendiendo más unidades que su «padre» SEAT, que está viviendo el otro lado de la moneda con una reducción del 21,4% en ventas.
