Ya lo vimos en traje de carreras y ahora es momento de apreciarlo con ropa de calle. Siempre camuflado, este es el Toyota GR GT3 en versión “civil”, que muy seguramente será ese anticipado sucesor del Lexus LFA que muchos esperan. Sólo que, en vez de un V10 maravillosamente avanzado, optará por el poder más convencional de un V8.
Y aquí lo tiene, en un breve video que capta al prototipo sin alerones ni aerodinámica descabellada completar algunos giros en el circuito de Fuji. Basado en el concepto GR GT3, la idea de Toyota es crear un deportivo del calibre del Porsche 911, Mercedes-AMG GT y BMW M4, para competir en carreras de resistencia y llenar ese vacío del LFA en el portafolio del Lexus. Aunque, si me lo pregunta, será un sucesor tanto del LFA como del actual cupé RC F que compite en Le Mans e IMSA.
Otro Lexus divertido a futuro
En el video, captado desde afueras del circuito de Fuji, no se aprecian muchos detalles de cerca. Aunque es suficiente para diferenciar al GR GT3 de pista y su homónimo de calle.
Desaparece el descomunal alerón trasero y el splitter frontal, en favor de una apariencia más “convencional” si así se puede clasificar. Porque este sucesor del LFA (Lexus LFR, ¿quizá?) adopta el frente prominente, cabina aerodinámica y cola corta del concepto Toyota GR GT3.
Con lupa alcanzamos a notar la ausencia de rejillas sobre los pasos de rueda, escapes a los costados y la aparición de un spoiler trasero más discreto, con faros posteriores retocados. También se alcanza a apreciar una parrilla distinta y un frente incluso más agresivo que el concepto.
Revelando poco a poco sus detalles
Bajo el capó sabemos que vivirá un V8, aunque se desconoce su desplazamiento y configuración. En el prototipo para competencias suena glorioso y potente, así que la versión de calle no estaría lejos.
Posiblemente sea un V8 de 4 a 4,5 litros de desplazamiento y, para esta variante de producción, tendría alguna forma de asistencia híbrida. Quisiera inclinarme por la tracción trasera, aunque no descarte un tren motriz que mueva las cuatro ruedas. Una figura por encima de los 600 a 650 caballos representaría una potencia sensata para este prototipo; mientras que transmisión automática doble embrague con modo secuencial sería la opción para mover este modelo.
Por el momento sólo tenemos detalles escasos sobre este proyecto, que vería la luz sin camuflaje alguno antes de finalizar 2025. Algo es seguro, lucirá impactante, poderoso y hasta siniestro, cortesía de su escandaloso V8. Ojalá Toyota lo aproveche y logre mutar este proyecto en algún sucesor del Supra A90.