Para ningún habitante de la capital colombiana, es un misterio que la movilidad cada vez es más caótica y que andar por Bogotá; cada vez se hace más tedioso ya que a toda hora los trancones están a la orden. pero; alguna vez se han puesto a pensar de ¿Cuales son los motivos por los cuales la movilidad en Bogotá es más intolerable? … pues la respuesta es muy sencilla y está en cada uno de los conductores, se trata de sentido común.
Si bien la infraestructura local tiene un retraso de más de 50 años; la planeación se la pasaron por la galleta y la expansión sin control de la ciudad hace que todo sea más caótico y conservemos las mismas vías de los años 60; el problema de fondo no va en la cantidad ni de vías ni de vehículos, sino en la calidad de conductores que la ciudad tiene.
La rigurosidad con la que las instituciones de tránsito califican y cualifican a los conductores son bastante precarias y someras; por eso es evidente que en las vías, muchos conductores solamente saben «echar un carro pa´lante» y ya; sin tener el más mínimo criterio de lo que es la cultura vial. Es acá donde se desprende esa frase conocida como la «Selva de cemento» y es así; en Bogotá aplica la ley del más fuerte gana, en algunos casos el que tenga más poder gana, este poder se traduce en el que tenga el carro mas grande o el que sea más temerario.
Esto en un mundo cavernario o prehistórico sería lo idea, pero ya nos encontramos en el Siglo XXI, donde la cultura y la evolución del sentido común están a la orden de nosotros; cosa que no se aplica en las calles Bogotanas. Una creencia bastante curiosa, es la de que los bogotanos son fríos e independientes; y si … eso es verdad, el Bogotano es un ser independiente e individualista, donde debido al corre corre diario solo está pendiente de sus cosas; así mismo es para conducir, cada quien maneja como si fuera solo en la vía sin pensar en los demás.
El problema visto desde la movilidad
Tras los miles de trancones y problemas de infraestructura, el problema proviene en gran parte de nosotros; la falta de cultura es evidente y esto es lo que más perjudica a la movilidad; ya que si fuéramos más conscientes de nuestros actos, no metieramos la pata tan seguido, la movilidad en Bogotá mejoraría. Caso como no ceder el paso, interferir las intersecciones o cosas tan sencillas como no jugar tetris con los carriles para ocupar espacios útiles, entre otros; hace pensar que el afán y el agite diario nos ha quemado la capacidad de actuar por sentido común o lógica.
El actuar típico del colombiano, escudándose en el actuar de las otras personas, de las autoridades o bien aplicando el adagio de «el vivo vive del bobo»; nos tiene fregados, es por eso que esta sociedad cada vez va más en caída; imposibilitándonos nosotros mismos, el derecho a la libre movilidad que tanto exigimos.
La solución
Esta es la parte más sencilla pero a la vez la más inalcanzable; tener cultura vial. Durante todas las alcaldías han habido campañas para mejorar esto, pero lamentablemente sin una penalización económica, no funcionamos; si en Bogotá realmente se pensara mediante una conducción a la defensiva y en conjunto para la comunidad, todo fluirá mucho mejor; los trancones no desaparecerian pero sí disminuirian en al menos un 20%; no se desperdiciaria tiempo en recorridos y el estrés de todos los conductores mermaría, evitando así peleas y conflictos al volante, al igual que choques y percances.
Parte de la solución está en nuestras manos, colocando el granito de arena cada uno en su vehiculo, sin esperar nada a cambio o que los demás hagan las cosas igual de bien, por el contrario, hay que dejarse sorprender cuando los demás conductores tengan buenas acciones y lo más importante, gratitud. Con esto tan simple la convivencia en las vías puede mejorar … piensenlo y apliquenlo.