Si quiere saber lo que es un arrumaco, debería ver la relación que BMW y Alpina llevan desde hace más de 50 años. Estas 2 marcas han trabajado juntas por décadas para crear y modificar vehículos exclusivos y lujosos, pero siempre como marcas independientes. Esto se podría llamar una relación moderna no vinculante, lo que se conoce como “amigovios”. Sin embargo, parece que BMW por fin decidió formalizar la relación y se unió a Alpina, añadiéndola a su portafolio de empresas. Ojo, no se trata de una compra empresarial, sino de una adquisición de marca. Básicamente, BMW y Alpina ahora están más unidos, pero en Facebook aún aparecen con el estado de “Es complicado”.
Para resolver este embrollo, hay que aclarar algo, Alpina como empresa no existe. Esta es una marca que pertenecía a la empresa Burkard Bovensiepen GmbH + Co. Una empresa familiar alemana que se creó para operar Alpina y lo ha hecho por los últimos 50 años. La marca ha madurado junto con BMW para modificar sus autos con un estilo muy particular. No es nada parecido a Mansory ni mucho menos. Los de Alpina se dedican a tomar modelos de BMW y aumentarles la potencia, el lujo y la comodidad. Para los deportivos radicales está la división M, y son muy buenos en eso. Si quiere un Bimmer más rápido y cómodo, para eso está Alpina.
Una relación sin etiquetas
Lo que BMW hizo con Alpina fue añadirla a su portafolio de marcas, algo así como una absorción, pero no dieron detalles financieros del asunto. Eso deja a Burkard Bovensiepen con los días contados, ya que dejará de operar. Eso no pasará hoy mismo, sino en el 2025. Ambas compañías firmaron un acuerdo para que la relación siga funcionando igual hasta el 31 de diciembre de ese año. Después de eso, la empresa operadora de Alpina cerrará sus puertas.
Por su parte, BMW se encargará de reubicar a los trabajadores que salgan de Alpina, ya sea en su plantilla directa o con sus proveedores. Esto parece más una ruptura, pero BMW dio a entender que hacían este movimiento para mantener a Alpina viva. Hoy en día, los autos son cada vez más complejos con el tema de la electrificación y las asistencias de manejo, por lo que tunearlos también es más difícil. Esto se le saldría de las manos a los dueños actuales de Alpina y llegará un punto en el que la complejidad tecnológica sea tan grande y delicada que no la puedan entender o retocar.
Lo que parece una ruptura
Un momento, ¿este es el inicio del fin para las pequeñas empresas modificadoras de autos? Puede ser. Recordemos que Alpina no solo se dedicaba a subirle la potencia los BMW que caían en sus manos. Ellos sabían que en algún momento no sabrían qué hacer con un auto eléctrico y si lo pudieran modificar, seguramente no pasarían las normativas de seguridad y medioambientales. Prueba de eso es que no estamos seguros de que Hennessey haya podido modificar al Taycan, y ellos prometieron hacerlo hace 2 años.
Siendo honestos, marcas como Manhart, Brabus, Novitec, Mansory, TechArt, AC Schnitzer y hasta Mountune son muy buenas sacándole más potencia a motores a gasolina. Sin embargo, ninguna está lista para tunear un auto eléctrico como un Model S o un EQS. El futuro es incierto para estas compañías y afortunadamente Alpina tuvo suerte de conseguir cónyuge seguro con BMW a tiempo. Quizá Brabus también lo logre con Mercedes-AMG algún día, pero tal vez el resto de marcas podrían no conseguir su propio ”sugar daddy” para asegurar su futuro.