¿Qué hace uno cuando lo persiguen terroristas libios y no puede escapar porque el motor Renault en su máquina del tiempo es demasiado lento? He aquí la respuesta a esa pregunta: este DeLorean DMC12 conocido como el “HonDeLorean” porque, en lugar del letárgico motor V6 original, lo propulsa un Honda K24. Y aunque este Frankenstein ochentero no tiene condensador de flujos, sí equipa un turbo bien grandote para alcanzar esas míticas 88 millas por hora. Además, para satisfacción de los puristas, el exterior en acero inoxidable no recibió cambios aparte de una muy apropiada placa que dice “M. MCFLY”.
“Si vas a construir una máquina del tiempo…”
Pongamos esta genialidad en cifras: mientras el motor 2800cc del Delorean original rinde miseros 130 HP, el corazón Honda 2400cc del HonDeLorean produce 430 HP. Esto gracias, como ya dije, a un turbocargador Precision 6062 acompañado de una válvula de alivio y una wastegate del mismo fabricante. Las modificaciones incluyen también un múltiple de admisión KPower, inyectores de 1.200cc/min, un watercooler hecho a medida y una computadora Haltech Elite 1000. Tal es la calidad del trabajo en este Delorean que, pese a su nuevo motor Honda, el HonDeLorean conserva incluso el aire acondicionado original.
Es más, ni siquiera hizo falta cortar o modificar el chasís para instalar la nueva planta motriz gracias a unos soportes de motor desarrollados por DeLorean Midwest. Por solo $3,500 dólares, este taller y concesionario especializado vende todo lo necesario para instalar en su DMC12 un motor K24 y una transmisión Porsche. Una transmisión Getrag G96/00 de seis velocidades, para ser más exactos, como la que encontraría en un Porsche 911 de la generación 996. La suspensión, por su parte, utiliza bujes en poliuretano y un sistema de coilovers firmado por KW mientras que la frenada está a cargo de discos y mordazas marca Wilwood.
“¿Por qué no hacerlo con estilo?”
Este proyecto no es creación de un científico loco en Hill Valley, sino de un simple mortal con buen gusto como usted o como yo. Su nombre es John Thompson y es un tipo tan cool que hasta posa para fotos con su novia disfrazados de Marty y Jennifer. Como buen amante de los fierros, Thompson compartió todo el proceso desde ceros su cuenta de Instagram, además suele publicar memes y actualizaciones mostrando cómo es vivir con un carro modificado. Vale la pena que le eche un vistazo pues la pasión de Thompson es hasta contagiosa.
Como dato curioso, recordemos que John DeLorean sí consideró fabricar una versión turbo del DMC-12 y alcanzo a encargar un par de prototipos a una compañía neoyorquina. Una de estas unidades, en una prueba para Road & Track, marcó un 0-100 de 5,8 segundos mientras un Ferrari 308 GTS contemporáneo tardaba 6,7. Lástima, nunca sabremos qué habría pasado con la DeLorean Motor Company si su fundador no la hubiese llevado a la bancarrota. La compañía revivió hace poco y prometió un carro eléctrico que supuestamente llegará al mercado este año, pero yo me quedo con este cóctel de nostalgia y alto octanaje.
