Land-Rover-Defender-SV-Rover
- Publicidad -

Se equivoca, no es un modelo a control remoto (o radio control), ni nada por el estilo. Es un Land Rover Defender con aires de auto para el Dakar, con algunos tintes modernos y el nombre SV Rover. Llamarlo “restomod” quizá no basta, porque los creadores de semejante bestia apenas si dejaron algunos trazos de la carrocería para que se vea como un Land Rover y no algún auto genérico.

Scarbo Vintage tiene experiencia con proyectos de este tipo, es decir clásicos con muchos esteroides. Son los mismos que alguna vez forjaron el Porsche Hoonipigasus que Ken Block usaría en Pikes Peak, hasta su repentino fallecimiento hace ya un año. Claro que, observando con detenimiento al Land Rover Defender “SV Rover”, parece el resultado entre el cruce de un Bowler supercargado y un Stadium Super Truck.

Land-Rover-Defender-SV-Rover
Más que ser una conversión de un Defender, parece un modelo completamente modificado que casualmente se parece a un Land Rover.

Juguete a escala real

Esta es una conversión para aquellos que tienen dinero a montones y desean el vehículo más único posible. No solo eso, que dicho vehículo sea capaz de ir al límite y aventurarse en rocas, nieve, barro; ese tipo de cosas que disfrutan los millonarios adictos a la adrenalina.

Chasis tubular, suspensión independiente con pushrods, llantas todoterreno de 40” pulgadas, bloqueo de diferencial en ambos ejes y por supuesto, tracción en las cuatro ruedas. Esos son algunos de los juguetes de esta bestia que, según Scarbo Vintage, se puede construir con un V8 sobrealimentado de 1.100 caballos de potencia, o por un tren motor eléctrico con “solo” 1.006 equinos. 

Eso es suficiente potencia para remolcar un Land Rover Defender convencional, pero el SV Rover no se detiene allí. La suspensión tiene varios niveles de altura y despeje al suelo gracias a sus amortiguadores neumáticos, frenos de disco carbocerámicos Brembo detienen este “juguete” y, si se elige la variante eléctrica, sus baterías son de 75 kWh.

El detalle final es su interior, que es completamente sencillo y rústico salvo por una enorme pantalla de 12.3” para algo de entretenimiento. A pesar de su tamaño e intención, el SV Rover es un biplaza, así que hay solo espacio para piloto y un navegante, por si tiene la idea de usarlo en un rally. 

¿Vale la pena tanto derroche? Si tiene 1.5 millones de dólares y quiere ese auto a control remoto de su infancia pero a tamaño real, probablemente sí.

Andrés Suárez
Cine🎬/Fotografía📸/Autos🚗. A veces hablo locuras sobre carros en Fuel Car Magazine.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí