La web está llena de réplicas de automóviles a escala todas ellas de menor dimensión. Este caso es todo lo opuesto. Alguien pensó que era buena idea aumentar el ínfimo tamaño de un Volkswagen Beetle normal a una escala algo mayor, digamos, más grande que un Hummer. Aunque parezca una idea loca el resultado es simplemente espectacular.
De pichirilo, vocho, pulguita… nada
Todos los 21.529.464 escarabajos producidos entre 1938 y 2003 tienen algo en común: el tamaño. Con un promedio de 4 metros de largo y 1.5 de ancho, el pichirilo hacía honor al nombre del insecto que representa. Sin embargo el ejemplar del que estamos hablando nada tiene de lo anterior y con un tamaño aumentado un 40% respecto al modelo original, más que un escarabajo, estamos ante un Weta.
Basado sobre el chasis de una camioneta Dodge cuya referencia desconocemos, este ejemplar monta un V8 Hemi de 8.7 litros. Para su elaboración, la familia Tupper (los responsables de esta obra maestra) tuvo que escanear a láser su Beetle modelo 59 convertible para poder ampliar cada una de sus piezas un 40% y fabricarlas posteriormente.
Del exterior y tren motriz pasamos al interior y es que el modelo incluye todo lo que el Beetle original nunca tuvo. Dirección y frenos asistidos electrónicamente, asientos ventilado y calefactados, etc. Algo curioso del modelo es que al ser automático incluye un tercer pedal, pero en lugar de servir de embrague (como lo es en el modelo original), es un freno de “mano”.
Si bien puede parecer de exhibición, no lo es. El auto esta homologado para transitar por la vía sin ninguna restricción. Aunque más de uno les ha hecho ofertas a sus propietarios, por ahora no lo consideran vender. Y no es para menos, ¿quién en sus cinco sentidos querrá deshacerse de un Volkswagen Beetle más grande que un Hummer? A continuación lo dejamos con un video de este espectacular experimento.