Un trágico accidente ha puesto nuevamente en el centro de la polémica la seguridad de los vehículos eléctricos que dependen de sistemas completamente digitales. El siniestro en la avenida Tianfu de Chengdu, China, le costó la vida al conductor de un Xiaomi SU7 Ultra, el cual perdió el control del auto a alta velocidad (más de 100 km/h), chocó contra otro vehículo, cruzó el separador central y estalló en llamas, consumiéndose por completo en cuestión de minutos.
El conductor quedó fatalmente atrapado en el interior. Testigos presenciales relataron una escena desesperada, puesto que las puertas electrónicas no respondieron tras el impacto, y los vidrios de alta resistencia no cedieron a pesar de los esfuerzos de los transeúntes, quienes golpearon las ventanas con extintores, zapatos y barras metálicas.
Además, el fuego se extendió rápidamente desde el compartimento delantero. Los equipos de emergencia y bomberos, que llegaron minutos después, solo pudieron reportar el chasis metálico del vehículo. La tragedia tuvo un impacto inmediato, ya que las acciones de Xiaomi cayeron casi un 9% en la bolsa de Hong Kong tras conocerse el siniestro.
El riesgo de la dependencia digital en emergencias

Este no es el primer incidente fatal que involucra al Xiaomi SU7 en el que las puertas electrónicas han fallado. En marzo, tres estudiantes universitarias murieron en un accidente similar en Anhui, un caso que generó fuertes protestas por la falta de mecanismos mecánicos de emergencia.
El debate se ha encendido en las redes sociales de China, donde millones de usuarios critican la dependencia de sistemas eléctricos en componentes críticos como las manijas de las puertas, así como lo hizo este Xiaomi SU7 Ultra que se incineró en llamas. Expertos en seguridad vehicular han advertido que un corte de energía o un cortocircuito, común en impactos de alta energía, puede inhabilitar totalmente los sistemas de apertura sin respaldo mecánico.

La situación es tan crítica que el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información de China ya está evaluando prohibir las manijas electrónicas que carezcan de mecanismos manuales visibles, una regulación que impactaría no solo a Xiaomi, sino también a otras marcas como Tesla y NIO.