No hay nada como poder dar una vuelta en el legendario circuito de Nürburgring, más conocido como el «Infierno Verde; sin embargo, no es tan lindo ser protagonista de un accidente totalmente inevitable. Así le sucedió a este conductor de un Honda S660, que terminó envuelto en un duro impacto contra superdeportivos de alta gama.
El Honda, equipado con una cámara, captó el momento donde el piloto atacó el sector del Hoyo de Hedwig para llegar al tramo de Wipperman y justo en esa sección intermedia del Nürburgring tuvo el accidente, donde impactó con varios Porsche y BMW que estaban ubicados en medio de la pista.
Un pobre Honda desorientado cayó en el caos
La escena es digna de una película con un plot twist al final. Coloca al héroe de la historia en un humilde Honda, acercándose a 68 km/h a la meta del Nürburgring, pero justo en el último momento, los superdeportivos usan su carta bajo la manga, un accidente, y al héroe no le queda otra que aceptar su trágico destino.
Eso perfectamente pudo haber pensado el conductor, que en los últimos segundos del video se le escucha «resentido» por el impacto. Sin embargo, y por otro lado, fuera de narrativas prosaicas, la perfectamente válida pregunta que los internautas plantearon tras el choque fue, ¿por qué las banderas, ni el sistema electrónico de anuncios de la pista estaba activado?
No es necesario ser un piloto profesional para recibir el derecho de conocer siempre el estado de la pista, no es un negociable, pero esta vez el conductor del Honda no contó con ese «privilegio».
Cuanto cuesta tener un choque en el Nürburgring

- Según establece el Nürburgring, estos son algunos de los costes por tener un accidente allí:
- Servicio de grúa: 285 euros.
- Intervención del camión de reparación: 185 euros.
- Retirar el metro de barrera dañada: 25.86 euros.
- Instalar el metro de barrera nueva: 64.72 euros.
- Servicio de Safety Car: 63,40 euros x 30 minutos.
Este incidente, así como los cientos de casos más en el circuito, pone de manifiesto la imprevisibilidad del trazado y cómo, incluso en las mejores situaciones, pueden surgir momentos que recuerdan el riesgo de conducir a altas velocidades.
Finalmente, ver un vehículo tan modesto, en apariencia, en el centro de un incidente de alto calibre con deportivos, es un contraste que no pasa desapercibido. La pequeña máquina japonesa, ajena a la adrenalina de los grandes, se encontró en un lugar donde pocos esperarían verla en semejante aprieto.