¿Recuerda cuando estaba enseñando a manejar y le dijeron que siempre bajara los cambios en orden? Hay un buen motivo para hacer caso a ese consejo como explicaremos a propósito de este video en el que un YouTuber pasa de quinta a primera mientras va andando. Sobra decir que jamás hay que intentar esto en casa porque, en el mejor de los casos, puede destrozar su transmisión. ¿En el peor? Digamos que es de esos momentos en que uno agradece tener internet para poder averiguar las consecuencias de hacer algo estúpido sin tener que hacerlo uno mismo.
Mejor en video
La victima de este experimento, llevado a cabo por Michael Vaim del canal de YouTube AutoVlog, es una modesta Ford Ranger modelo 1994. Vaim acelera hasta los 96 km/h y, andando a esa velocidad con la caja en quinta, pasa a primera: ahí es donde el video se pone interesante. Lo primero que él nota es que el timón empieza a tirar para todo lado mientras las llantas chillan y el motor sube de revoluciones. Vaim, afortunadamente, logra mantener el control de la pick-up, para luego hacer un segundo intento a 105 km/h. Este vez termina destrozando la transmisión de la Ranger y, como ya dije, antes la sacó barata…
Para entender por qué Vaim casi pierde el control del vehículo en el primer intento y se quedó sin transmisión en el segundo, hagamos un repaso. La transmisión en un automóvil, valga la redundancia, transmite la rotación del cigüeñal del motor a las ruedas. Esa es su principal función, pero no la única. Para que un carro pueda tener diferentes rangos de velocidad y torque, la transmisión utiliza varios piñones que multiplican o desmultiplican las rotaciones del motor transmitidas a las ruedas. ¿Qué pasa con estos piñones al meter un cambio bajo mientras uno va en un cambio a mayor velocidad?
En un cambio alto, como quinta, las ruedas y el motor están rotando a velocidades muy diferentes. Cuando la barra de cambios pasa de quinta a primera, como en el video, los piñones que reciben la rotación del motor se enfrentan a los que llevan esa rotación a las ruedas. Cuando la diferencia entre la velocidad de los piñones es demasiada, los dientes de los piñones se parten y ya no pueden transmitir torque. Dependiendo del piñón afectado, la caja queda sin un cambio o completamente inútil.
El peor de los casos
En ambos casos es mejor detenerse y llamar una grúa porque las esquirlas dentro de la caja pueden agravar la situación todavía más. Pero, ¿por qué en el primer intento Vaim no rompió la transmisión y casi pierde el control? Como las ruedas giraban a menor velocidad, los sincronizadores en los piñones resistieron y permitieron el cambio. En este caso, la diferencia entre la velocidad del motor y las ruedas hace que el motor suba demasiado de vueltas. En un auto de mayor rendimiento y a mayor velocidad, esto probablemente habría resultado en un motor completamente destruido y no hay limitador electrónico que valga en esa situación.
Esta diferencia de velocidad también causa explica por qué Vaim tiene que luchar contra el timón y casi pierde el control. Cuando entra el cambio bajo, la diferencia entre la velocidad del motor y las ruedas actúa prácticamente como un freno cuya fuerza puede exceder el agarre de las llantas. En esta situación es importante mantener el timón recto, evitar maniobras bruscas y no usar el freno pues esto quitaría todavía más agarre a las llantas. En resumen: mejor resuelva este tipo de dudas leyendo este y otros Fuel Facts desde la comodidad de su pantalla sin tener que arriesgarse.